viernes, 19 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 196 )

La pierna izquierda , inflamada a la altura de la rodilla  , había quedado doblada  . Pero el encargado de la cadena  se preocupó de estirarla  , abajándola  con un seco palmetazo sobre la rótula . El Galileo acusó el dolor  , abriendo la boca  . Pero no emitió gemido alguno . Longino , en su rutinario puesto - junto a la vencida cabeza del reo , que tocaba la roca con sus cabellos - se preparó , apuntando con el asta del pilum hacia la frente de Jesús .
Los ayudantes del verdugo principal tensaron los brazos  y el que se hallaba sobre la punta izquierda del tronco , desenvainando la espada  , aplastó la hoha  sobre los cuatro dedos  lasgos del Maestro . Aquella << novedad >> , al parecer ,  facilitaba la labor de fijación de la extremidad superior  al patibulum . Si el prisionero intentaba forcejear , al aferrarse al filo  se hubiera cortado irremisiblemente  . El grado de crueldad y pericia de aquellos mercenarios parecía no tener límites ...
Los numerosos regueros de sangre  que bañaban los gruesos antebrazos  del Nazareno  dificultaron en cierta medida  la exploración de los vasos . Finalmente  , el verdugo pareció distinguir las líneas azuladas de las arterias  y venas ,  señalando el punto escogido para la perforación .
Antes de levantar la vista hacia el centurión , el soldado que se disponía a martillear el clavo - sumamente extrañado ante la docilidad del << rey de los judíos >> - miró a sus compañeros , riubicando su sorpresa con un significativo levantamiento de cejas . Los otros , igualmente atónitos  , respondieron con idéntica mueca .
Longino , cansado de sostener la lanza , había bajado el arma , autorizando el primer golpe con otro leve movimiento de cabeza .
Y el verdugo , sosteniendo el clavo totalmente perpendicular en el centro de la muñeca ( a la altura del conglomerado de husecillos del carpo ) , lanzó el mazo sobre la redonda cabeza , La punta  , algo roma , se perdió al instante  en el interior de los tejidos . La piel que rodeaba  el metal estalló como una flor , brotando al instante una densa corona de sangre .
La punta del clavo , al abrirse paso entre los tendones , huesos y vasos , debió rozar el nervio mediano , uno de los más sensibles del cuerpo , provocando una descarga dolorosa  difícil de comprender .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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