lunes, 29 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 248 )

Claro que , por otra parte , aquella contraorden también presentaba  un cierto atractivo.  Si las operaciones  se desarrollaban con presteza , aquella noche no transcurririan al raso , expuestos a nuevas tormentas ni al rigor de la vigilancia .
Así que , dispuesto a terminar con el caso , el oficial y Arsenius  ordenaron el descendimiento de los << zelotas >> y del Galileo . Longino advirtió a los recién llegados  que el prisionero del centro ya había muerto . Y los tres soldados , que venían provistos de sendos bastones , idénticos a los que yo habia visto utilizar en el apaleamiento del soldado romano,Tomaron posiciones . Dos frente a Disma y el tercero a la derecha del segundo guerrillero , también , como sus compañeros , a medio metro escaso de las extremidades inferiores de Gista . Un cuarto mercenario , espada en mano , completó el cuadro , apostándose nfrente a la pierna izquierda del << zelota >> más viejo .
No hubo señal alguna . Los cuatro romanos asentaron bien sus sandalias en la dura costra de la roca y , blandiendo los bastones  y la espada , descargaron cuatro secos y temendos golpes sobre las piernas de los infelices  . El crujido de las tibias , pulverizadas a la altura del tercio inferior , fue seguido de una serie de cortas y violentas convulsiones . Los << zelotas >> habían sido << despertados >> por el dolor .Probablemente , los mazazos habían afectado también al peroné porque , al instante , las piernas se inflamaron y los cuerpos , sin el arduo consuelo siquiera del apoyo de los clavos de los pies  , se desplomaron unos centímetros  , mientras los desgraciados , entre aullidos , abrían sus bocas desesperadamente  , en pleno e irreversible  proceso de asfixia . Gistas , en esta ocasión , había llevado la peor parte . La espada del soldado de había seccionado la pierna . En cuestión de segundos  el shock traumático y una posible embolia aceleraron la muerte por asfixia .
A la 15 ,45 , ambos dejaron de existir .
A pesar de la advertencia del centurión , uno de los soldados encargado de rematar a los condenados  se situó bajo el cadáver del Maestro , examinándolo detenidamente .La verdad es que , ni LOngino ni el resto de la tropa  se percataron de las intenciones  de aquel infante .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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