martes, 30 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 257 )

Nicodemo intentó bajar la rodilla izquierda del Maestro pero , aunque  la hizo descender unos centímetros , los hematomas , desgarros de las articulaciones  y la rigidez de la pierna hicieron imposible  su abajamiento total . El de Arimatea  puso fin a los esfuerzos de su compañero , cubriendo el cadáver con los dos metros largos de lino que habían quedado libres .
El oficial , que seguía atentamente la maniobra , comprendióde inmediato que los apuros de aquella voluntariosa pareja de sanedritas no terminaban ahí . Nicodemo y José  , aturdidos al darse cuenta que el traslado de Jesús requería la colaboración de , al menos , cuatro hombres , se volvieron implorando hacia Longino. Y éste , sonriendo , encomendó a su lugarteniente  el remate del descendimiento de los << zelotas >> , señalando seguidamente a cuatro de sus hombres más fornidos para que acompañaran a él y a los << propietarios >> del cadaver hasta la tumba elegida .
Nicodemo y José rogaron al oficial que les permitiera ayudar en el traslado del improvisado féretro . Y así se hizo . A las 16,30 horas , el propio centurión , otro mercenario y los dos amigos de Jesús  despegaron el lienzo del frío suelo del patíbulo , cargando los restos mortales del Hijo del hombre . Detrás , los tres soldados restantes , con las espadas desenvainadas y yo , con el alma tan descarnada como aquella funesta roca que nunca olvidaré .
debí suponerlo . Aunque Juan habla en su relato de un sepulcro situado en el mismo lugar donde su Maestro había sido crucificado , por más que miré durante mi permanencia en lo alto del Gólgota  no logré descubrir un solo punto - próximo al peñasco - que reuniera las principales características señaladas por los evangelistas ; es decir , un huerto y alguna peña en la poder escava la tumba . Pero pronto quedaría despejada esta nueva incógnita .
Nada más bajar del macizo rocoso , el Zebedeo y las mujeres nos salieron al paso . José tranquilizó al centurión , quien , al ver aproximarse al reducido grupo , se puso en guardia . casi de rodillas , el apóstol suplicó al infante que sujetaba uno de los eztremos de la sábana que le cediera el su puesto . Longino respondió a la duditativa  mirada de su soldado con un afirmativo movimiento de cabeza y Juan le sustituyó en el traslado .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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