lunes, 22 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo1 - 7 de abril , viernes ( 213 )

Hacia las 13 , 40 horas , la voz de Eliseo se escuchó  << 5 X 5 >>  en mi oído . Con cierta excitación  me adelantó algo que , tanto los hebreos como el pelotón de vigilancia en el Gólgota y yo mismo , teníamos a la vista y que tradaría en convertir la ciudad santa y aquel paraje en un infierno . El primer frente del << haboob >>acababa de caer como una negra  y tenebrosa niebla sobre la falda oriental del monte Olivete . La << cuna >> , como medida precautoria  , había activado su << cinturon >> de defensa . Las rachas de viento , a su paso sobre el módulo , alcanzaba los 35 nudos .
El gentío , al distinguir  los sucios lóbulos  de la tempestad , avanzando por el Este  como una << ola >> gigantesca  , empezó a movilizarse  , huyendo precipitadamentehacia la muralla  . Muchos de ellos se perdieron por la puerta de Efraín y otros , buenos conocedores de esta especie de << siroco >> , buscaron refugio  al pie del alto muro  que cercaba Jerusalén  por aquel punto . El sol seguía brillando en lo alto  , en mitad de un cielo azul y transparente  . Creo que esta matización resulta sumamente interesante  : en contra de lo que dicen los evangelistas , aquella muchedumbre  no se retiró de las proximidades del Calvario como consecuencia de las << tinieblas >> a las que aluden los escritores sagrados  . Éstas , sencillamente  , aún no se habían  producido . Y hay más  : en aquellos momentos  tampoco detecté miedo . El fenómeno - no me cansaré de insistir  en ello - era molesto , incluso peligroso , pero frecuentemente  en aquellas latitudes  . Los judíos , por tanto , estaban acostumbrados  a tales tormentas de polvo y arena . En principio no era lógico que cundiera el pánico . Sin embargo , ese terror que citan Mateo , Marcos y Lucas se produjo . Pero , tal y como pasaré a narrar seguidamente  , el origen de dicho miedo no estuvo , repito , en el << siroco >>....
A los pocos minutos , de aquellos cientos de personas que contemplaban a los crucificados sólo quedó un mínimo contingente de sacerdotes y curiosos  . Quizá medio centenar . La mayoría , como si se tratase  de una medida habitual de protección , empezó a sentarse sobre el terreno , cubriendo sus cabezas con los pesados y multicolores mantos  . Aquel pequeño grupo , en definitiva  , era una prueba  más de lo que afirmo . Sabían que se echaba encima una tempestad seca y , sin embargo , se tomaron el asunto con filosofía . Por supuesto , eligieron y apostaron por el macabro espectáculo de los reos , dabatiéndose entre la vida y la muerte.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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