jueves, 18 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril, viernes ( 189 )

El prisionero , con los ojos desencajados  y los músculos anteriores y posteriores del cuello tensos como cuerdas de violín , se estremeció , dejando caer su cabeza por detrás del tronco . En ese instante  , un fuerte hedor fue arrastrado por el viento . El soldado que sujetaba los pies del reo con la cadena  estalló en mil imprecaciones e insultos  contra el << zelota >> . Presa de un pánico insuperable , los esfínteres  del muchacho se habían abierto , dejando libres sus excrementos .
Al perforar su muñeca derecha  , el joven perdió el sentido . Y los verdugos  aprovecharon su inconsciencia para acelerar su levantamiento sobre la stipe . Cuando se disponían a izar el patibulumsurgió una duda . ¿ En cuál de los dos maderos libres debían cricificarlo  ? Los infantes preguntaron al oficial y éste se encogió de hombros . Fue el encargado de los clavos quien aportón una solución , bien recibida por todos .
- Dejemos al << rey  >> en el centro ....- comentó divertido .
Y así se hizo . Fue esta la razón por la que los llamados << ladrones >> quedaron a derecha e izquierda  del Maestro .
Cuando le tocó el turno al pie izquierdo del guerrillero , el verdugo lo atravesó de tal forma que los dedos quedaron sobre uno de los brazos del sedile de hierro que , como dije , atravesaba el árbol de parte a parte . esta circunstancia proporcionaría a Disma un cierto alivio a la hora de luchar por unas más profundas bocanadas de aire . El pie derecho , en cambio , fue fijado algo más bajo y sobre la cara frontal de la stipe . El segundo << brazo >> del sedile  - que quedaría paralelo  al patibulum , como en la cruz de Jesús - no fue utilizado . Es mi opinión que este relativo << descanso >> pudo influir decisivamente en este crucificado , hasta el punto que le permitió una mejorn oxigenación y , en consecuencia , una mayor claridad de ideas .
Concluida la crucifixión de Disma  , los soldados , sudorosos y manchados de sangre , recuperaron la cuerda que había servido para el izado del reo y clavaron sus ojos en Jesús de Nazaret . Mi corazón volvió a estremecerse  al distinguir unas sarcásticas en algunos de los rostros de los romanos .
Eran las 13 horas....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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