lunes, 29 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 252 )

Al unísono , los infantes situados por debajo de cada uno de los extremos  del patibulum y el que sujetaba  la cuerda  desde lo alto de la escalera hicieron fuerza  , elevando el leño hasta que la afilada  punta de la stipe  quedó fuera  del orificio central sel referido patibulum .
En ese preciso instante , el soldado de la escalera  dio un grito , adbirtiendo a los que controlaban la maroma  desde el suelo y a espaldas de la cruz que podían ir aflojando . Y así lo hicieron . Jesús  y el madero fueron bajando lentamente  , palmo a palmo . Unos centímetros  antes  de que los pies  tocaran la roca  , el verdugo agarró los tobillos del Maestro , echándose atrás , de forma que el cadáver llegó al suelo totalmente horizontal .
Al retroceder tropecé sin querer con alguien . Cuando me disponía a disculparme , descubrí al anciano José  , el de Arimatea , a quien acompañaba otro judío de apenas 1,50 metros de estatura .
José se alegró al vverme . Esbozó una triste  sonrisa  y me presentó a su compañero : Nicodemo , miembro como él del Consejo del Sanedrín y de la llamada  << nobleza laica >> de Jerusalén  . Aquellos dos hombres , con un coraje  que , en mi humilde  opinión . no ha sido nunca suficientemente  valorado , traían una orden firmada por el propio Poncio , autorizando el traslado del cadaver del Nazareno a una tumba privada  . José  , conociendo la triste suerte reservada siempre a los ajusticiados  - cuyos cuerpos eran devorados  generalmente por las ratas  y las alimañas  en la fosa de Géhenne -, se había apresurado a visitar al gobernador , suplicándole la custodia de su Maestro . Por lo visto , este tipo de peticiones no era infrecuente . Muchos de los familiares  y amigos de los ejecutados tenían por costumbre recurrir a la máxima autoridad romana y , a cambio de dinero o regalos  , conseguían sus propósitos . José también había llevado una fuerte suma al Pretorio . Pero , cuando Pilato conoció las intenciones de su viejo amigo , rechazó el dinero , firmando en el acto la autorización .
Lo malo fue que José y Nicodemo llegaron al patíbulo poco después que sus fanáticos compañeros del Sanedrín.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto