Sucedió hacia el mediodía del viernes , 21 . Todo se hallaba dispuesto para el regreso a Nahum . La partida fue programada para las 13 horas . Si todo discurría sin alteraciones , el ingreso en el pueblo se produciría hacia las 15 ( hora nona ) . Disponíamos , por tanto , de dos horas y media para procurarnos un primer alojamiento . Quizá una de las posadas...
El plan era sencillo . Ua vez instalados , estos exploradores acudidían de nuevo a la << casa de las flores >> , y se reunirían con el Maestro . A partir de ahí , nos convertiríamos en su sombra , más o menos .
El Destino , sin embrago , no pensaba así ...
Chequeamos el equipo y la indumentaria . Poco cambió respecto a nuestra anterior aventura , en la búsqueda del Hijo del Hombre por el Hermón.
Decidimos cargar cincuenta denarios . En la << cuna >> quedaron los veinte restantes , el valioso ópalo blanco y la mayor parte de los diamantes , providencialmente fabricados por Eliseo . Estimamos que era dinero más que suficiente para las dos o tres semanas que , en principio , podíamos estar ausentes . Como ya referí , lo ideal era regresar al Ravid cada siete días . Pero no siempre fue así ...
Nada más pisar Nahum , resuelto el problema del alojamiento , uno de los objetivos era la adquisición de ropa , calzado y , sobre todo , un par de cíngulos o ceñidores - de los que llamaban ezor -, con bolsillos interiores , parecidos al que Jesús había obsequiado a su hermano Santiago . Estas << fajas >> , generalmente de cuero , resultaban más útiles que las bolsas de hule , y evitaban las tentaciones . Ni Eliseo ni yo estábamos dispuestos a que nos robaran por segunda vez...
En cuanto a las << crótalos >> , fundamentales en el manejo de los sistemas de defensa y en todo lo relacionado con la radiación infrarroja , también experimentaron un pequeño cambio . A partir de esa salida de la << cuna >> debería transportarlas en un saquete , igualmente impermeabilizado , que colgaría permanentemente de mi cuello . A simple vista se trataría de un << amuleto >> , como tantos otros , similar , por ejemplo , al que me había regalado el joven Juan Marcos , en Jerusalén y que , por cierto , permaneció en la nave durante el resto de la misión . El riesgo de portar las lentes de visión nocturna en la bolsa de hule , con el dinero , era demasiado alto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El plan era sencillo . Ua vez instalados , estos exploradores acudidían de nuevo a la << casa de las flores >> , y se reunirían con el Maestro . A partir de ahí , nos convertiríamos en su sombra , más o menos .
El Destino , sin embrago , no pensaba así ...
Chequeamos el equipo y la indumentaria . Poco cambió respecto a nuestra anterior aventura , en la búsqueda del Hijo del Hombre por el Hermón.
Decidimos cargar cincuenta denarios . En la << cuna >> quedaron los veinte restantes , el valioso ópalo blanco y la mayor parte de los diamantes , providencialmente fabricados por Eliseo . Estimamos que era dinero más que suficiente para las dos o tres semanas que , en principio , podíamos estar ausentes . Como ya referí , lo ideal era regresar al Ravid cada siete días . Pero no siempre fue así ...
Nada más pisar Nahum , resuelto el problema del alojamiento , uno de los objetivos era la adquisición de ropa , calzado y , sobre todo , un par de cíngulos o ceñidores - de los que llamaban ezor -, con bolsillos interiores , parecidos al que Jesús había obsequiado a su hermano Santiago . Estas << fajas >> , generalmente de cuero , resultaban más útiles que las bolsas de hule , y evitaban las tentaciones . Ni Eliseo ni yo estábamos dispuestos a que nos robaran por segunda vez...
En cuanto a las << crótalos >> , fundamentales en el manejo de los sistemas de defensa y en todo lo relacionado con la radiación infrarroja , también experimentaron un pequeño cambio . A partir de esa salida de la << cuna >> debería transportarlas en un saquete , igualmente impermeabilizado , que colgaría permanentemente de mi cuello . A simple vista se trataría de un << amuleto >> , como tantos otros , similar , por ejemplo , al que me había regalado el joven Juan Marcos , en Jerusalén y que , por cierto , permaneció en la nave durante el resto de la misión . El riesgo de portar las lentes de visión nocturna en la bolsa de hule , con el dinero , era demasiado alto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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