domingo, 27 de noviembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 24 de setiembre , lunes ( 16 )

Nos encontrábamos a 88 kilómetros de Nahum y a 67 de la costa sur del yam. ¿ Dónde estaba ? Aquél era el camino << habitual >> a la Ciudad Santa . Él lo hizo y lo haría en otras oportunidades . ¿ Qué sucedía ? ¿ Por qué no dábamos con el Galileo ?
E , inevitablemente , regresaron a mí las palabras de Jesús : << El Padre tiene planes a los que , por ahora , no tenéis acceso ... >>
Algo no cuadraba . ¿ Por qué habíamos llegado hasta allí , aparentemente para nada ?
Y el Destino - estoy seguro - sonrió de nuevo ...
¿ Aparentemente ? Nada de eso . Todo se hallaba atado y bien atado .
Fortaleza de el Makhruq . Como decía , final del trayecto . Al menos , de aquella etapa .
El sol marcaba la décima ( las cuatro de la tarde , aproximadamente ) . Y rendidos , nos dejamos caer sobre las peñas grises que daban base a una construcción cuadrangular , en ruinas , que los lugareños llamaban << el quemado >> Se trataba de una torre de unos veinte metros de lado , levantada por los antiguos cananeos y cuya misión era la vigilancia del importante nudo de comunicaciones existente en aquel paraje ( allí coincidían el camino << habitual >> del Jordán y la calzada romana que unía Filadelfia , en el este , con Nablus y la costa del Mediterráneo ). Por extensión , el término << quemado >> o << abrasado >> - eso significa Makhruq - servía en aquel tiempo para designar la barrera rocosa que interrumpía la próspera vegetación de la cuenca jordánica ; una barrera de caliza blanca y gris - azulada que se prolongaba perpendicular al Jordány que se perdía hacia el oeste , en dirección al monte Sartaba .
Calculé hora y media para la puesta del sol.
Belsa nos sacó de dudas . Indicó un pueblo modesto y encalado y nos hizo ver que ése era el destino final . Hablaba de Damiya . Algo más alla , hacia el este , se encontraba el << vado de las Columnas >> . Allí , según todas las informaciones , bautizaba Jehohanan.
Experimenté una sensación agridulce . Quizá Jesús se había reunido con su primo lejano . ¿ Seríamos testigos del bautismo del Maestro ? En ese supuesto , el Galileo se hallaba cerca . Damiya aparecía a cosa de tres kilómetros del punto donde descansábamos . Pero ¿ y si no era así?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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