lunes, 28 de noviembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 24 de setiembre , lunes ( 22 )

Y el persa , al percibir mi inquietud , sonrió irónico .
Eliseo , creo , no se percató de las segundas intenciones del singular << guía >> . Caminaba en último lugar . Hacía horas que permanecía mudo, algo serio y con la mirada perdida . Me preocupó . En esos momentos no supe qué le sucedía . Después , al descubrir lo que le atormentaba , comprendí . Pero ésa es otra historia ...
Qué podíamos hacer . En esos instantes no sabíamos lo que nos aguardaba en Damiya . Buscábamos al Bautista , sí , pero , sobre todo , al Maestro . Belsa conocía el terreno y también a sus habitantes . Y seguí pensando que lo más razonable era confiar en él , al menos inicialmente . Era preciso que aprendiera a confiar en la gente . ¿ O no ?
Todos los días , a lo largo de aquella fascinante aventura en Israel , aprendí algo . Todos los días ...
Cubrimos los dos kilómetros sin novedad.
Damiya , como he dicho , era un pueblo blanco , edificados con la caliza blanda de la cima del Queren Sartaba , la montaña existente hacia el oeste , a poco más de diez kilómetros del Jordán . Era una población pujante , beneficiada por la próspera agricultura , la proximidad de los << vados de Adám >> y , sobre todo , por la cárcel del cobre . Estos reclamos habían atraído a numerosos felah de toda la cuenca y también a paganos de los vecinos territorios de Moab , la NNabatea e , incluso , Egipto y los desiertos de la Cyrenaica . Las pequeñas casitas de una planta , nacidas en el más absoluto desorden , eran escenario de un enrevesado cruce de lenguas y del ir y venir de atareados sitones o compradores de cosechas << en verde >> , caravaneros de turbantes y túnicas de seda , esclavos negros con el lóbulo de la oreja derecha perforado , am-ha-arez ( la << escoria >> humana , según los judíos ortodoxos ), artesanos del mar Rojo llegados expresamente para trabajar el cobre ( capaces de golpear el metal a razón de cincuenta martillazos por minuto y durante diez horas ) y un largo etcétera de las más asombrosas << profesiones >> , todas a la sombra del flujo de hombres  y dinero .En general , buenas gentes , abiertas , deseosas de complacer y respetuosas con todas las creencias y las decenas de dioses que viajaban también en las carretas o en los sacos de viaje de cada cual . En los días que permanecimos en contacto con los habitantes de Damiya , todo fue cordialidad y buenas intenciones . Mejor dicho , casi todo ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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