¿ Por dón empezar ?
¿ Estaría Jesús entre los que descansaban sobre los guijarros ?También podía hallarse en el interior de alguna de las tiendas...
A primera vista no fui capaz de distinguirlo . Tenía que acercarme e indagar . Quizá la clave estaba en Yehohanan...
Eliseo , ausente , se había sentado al filo del camino . Seguía pálido y demacrado . Lo dejé al cuidado del odre y los petates y le hice ver mi intención de explorar el campamento . No respondió . Continuó con la cabeza baja , atrapado en la resaca . eso creí . Y , decidido , me fui hacia el grupo .
¿ Yehohanan ? Ni siquiera sabía qué aspecto tenía . ¿ No era mejor que preguntase por él ? Aquella gente , sin duda , estaba allí por el Bautista ...
Las reflexiones fueron súbitamente interrumpidas . Las cañas y los bejucos que prosperaban muy cerca de la orilla lo ocultaban.
Me detuve , indeciso .
Al pie de un corpulento árbol , escondido , como digo , por el cañaveral , descubrí un segundo grupo de individuos . Dormían también , acurrucados alrededor de un grueso y original tronco que , en principio , no supe identificar . Las nudosidades eran enormes . Parecía el << anciano >> del lugar . Algún tiempo después , al retornar a la nave , Santa Claus ofreció la información exacta : estaba ante una sófora colgante de veinte metros de altura , copa redondeada y cientos de años de antigüedad . Me recordó un sauce llorón , con la madera << epiléptica >> y atormentada .
No supe qué hacer . Dos de los hombres que aparecían bajo la sófora acababan de sentarse y se desperezaban sin rubor .
El árbol en cuestión se encontraba a escasa distancia del camino y en el filo mismo del río , sobre un ligero pronunciamiento del terreno . Al principio me extrañó .
¿ Por qué aquel segundo grupo se hallaba tan separado del primero ? La distancia entre ambos era de un centenar de metros .
Y opté por los de la sófora . Estaban más cerca .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¿ Estaría Jesús entre los que descansaban sobre los guijarros ?También podía hallarse en el interior de alguna de las tiendas...
A primera vista no fui capaz de distinguirlo . Tenía que acercarme e indagar . Quizá la clave estaba en Yehohanan...
Eliseo , ausente , se había sentado al filo del camino . Seguía pálido y demacrado . Lo dejé al cuidado del odre y los petates y le hice ver mi intención de explorar el campamento . No respondió . Continuó con la cabeza baja , atrapado en la resaca . eso creí . Y , decidido , me fui hacia el grupo .
¿ Yehohanan ? Ni siquiera sabía qué aspecto tenía . ¿ No era mejor que preguntase por él ? Aquella gente , sin duda , estaba allí por el Bautista ...
Las reflexiones fueron súbitamente interrumpidas . Las cañas y los bejucos que prosperaban muy cerca de la orilla lo ocultaban.
Me detuve , indeciso .
Al pie de un corpulento árbol , escondido , como digo , por el cañaveral , descubrí un segundo grupo de individuos . Dormían también , acurrucados alrededor de un grueso y original tronco que , en principio , no supe identificar . Las nudosidades eran enormes . Parecía el << anciano >> del lugar . Algún tiempo después , al retornar a la nave , Santa Claus ofreció la información exacta : estaba ante una sófora colgante de veinte metros de altura , copa redondeada y cientos de años de antigüedad . Me recordó un sauce llorón , con la madera << epiléptica >> y atormentada .
No supe qué hacer . Dos de los hombres que aparecían bajo la sófora acababan de sentarse y se desperezaban sin rubor .
El árbol en cuestión se encontraba a escasa distancia del camino y en el filo mismo del río , sobre un ligero pronunciamiento del terreno . Al principio me extrañó .
¿ Por qué aquel segundo grupo se hallaba tan separado del primero ? La distancia entre ambos era de un centenar de metros .
Y opté por los de la sófora . Estaban más cerca .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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