sábado, 26 de noviembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 24 de setiembre , lunes ( 13 )

Los campesinos evitaron a los niloticus , rodeándolos . Una cuadrilla de pájaros << basureror >> abandonó las fauces de los animales , levantando el vuelo hasta lo alto del cañizal . Y los empleados del criadero desaparecieron en un laberinto de cañas . Uno de ellos portaba un largo palo , con un lazo en un extremo . Otro de los felah iba armado con una antorcha y una afilada daga . El viejo que nos recibió continuó conversando con el << guía >> y , a cada afirmación de belsa , respondía con sendas y pronunciadas inclinaciones de cabeza , llamándole << be ´el >> ( << señor >> )
¿ Por qué << señor >> ?
Los blancos y negros << pluviales >> volaron de nuevo hasta los impasibles cocodrilos y saltaron sin temor al interior de las fauces . Allí prosiguieron la interrumpida faena de limpieza de dientes y encías , picoteando toda clase de insectos , sanguijuelas y restos del reciente << desayuno >> pollos y cabras , siempre vivos ...
Al poco , Belsa recibía su cocodrilo . Un ejemplar de un metro , sacrificado en el corral destinado a las crías . Todavía colgaba del lazo . El segundo campesino le había atravesado el cerebro , introduciendo el afilado cuchillo por uno de los ojos .
Y el persa , satisfecho , cargó al animal sobre los hombros . El viejo felah se negó a cobrarle . Aquel gesto fue todavía más extraño . El niloticus podía costar un par de denarios como mínimo ...
Y con una última y enésima reverencia , el hombre se despidió del persa . A nosotros , simplemente , nos deseó paz .
Las dudas aumentaron . ¿ Quién era realmente el jefe de los << escaladores de palmeras >>?
A partir de la granja de los cocodrilos , la senda se dulcificó . El valle continuó inclinandose hacia el mar Muerto y , tras dejar atrás las aldeas de Zevi y Salem , se presentó ante nosotros una gran planicie . Los álamos desaparecieron y , en su lugar , a la derecha e izquierda de la ruta , surgieron de nuevo los huertos y los interminables y gratificantes blancos , rojos y violetas de las plantaciones de flores.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto