Los suspiros , de pronto , arreciaron . Y también lo que yo había interpretado como un rezo o un cántico . Eran lamentos . Era la voz de la Señora ...
Nos alarmamos . Poco faltó para que rompiéramos las normas de la hospitalidad y penetráramos en la estancia . Pero supimos esperar....
Esta retornó y , con su parco lenguaje , preguntó el porqué de nuestro interes por Jesús . No acerté a entender . Le recordéque éramos amigos y que , sencillamente , queríamos estar con Él.
La mujer , inmutable , volvió al interior .
El instinto , como un relámpago , me advirtió ...
- No está en casa - aclaró la embarazada , asomándose entre los paños de red -. Se ha marchado ...
Esta esperó una respuesta . Sin embargo , al contemplar nuestra incredulidad, cambió de parecer y nos dio la espalda por tercera vez , retornando junto a los lamentos .
Quise hilvanar los pensamientos . No fui capaz . La sorpresa me dejó en blanco . Mi hermano , atónito , no parpadeaba . ¿ Dónde estaba Jesús ? ¿ Qué había querido decir ?
La nueva presencia de la seca mujer bajo el dintel me hizo reaccionar y , antes de que abriera la boca , formulé la cuestión clave :
- ¿ Está en el pueblo ?
Negó con la cabeza .
- ¿ Adónde ha ido ? - intervino Eliseo sin poder contenerse -. ¿ Cuándo ?...
- No es posible ...
Mi comentario terminó de confundirla . No supo dónde mirar ni a quién responder . Finalmente , atendiendo a mi compañero , repuso lacónicamente :
- No lo sé ...
Era preciso no perder los nervios . Teníamos que averiguar lo sucedidoy , sobre todo , dónde se hallaba el Maestro . Y esbozando una sonrisa , intenté tranquilizarme y tranquilizarla . Esta , a cada pregunta , acudía al interior de la vivienda , a interrogar , supongo , a la Señora . El empeño fue casi un fracaso ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Nos alarmamos . Poco faltó para que rompiéramos las normas de la hospitalidad y penetráramos en la estancia . Pero supimos esperar....
Esta retornó y , con su parco lenguaje , preguntó el porqué de nuestro interes por Jesús . No acerté a entender . Le recordéque éramos amigos y que , sencillamente , queríamos estar con Él.
La mujer , inmutable , volvió al interior .
El instinto , como un relámpago , me advirtió ...
- No está en casa - aclaró la embarazada , asomándose entre los paños de red -. Se ha marchado ...
Esta esperó una respuesta . Sin embargo , al contemplar nuestra incredulidad, cambió de parecer y nos dio la espalda por tercera vez , retornando junto a los lamentos .
Quise hilvanar los pensamientos . No fui capaz . La sorpresa me dejó en blanco . Mi hermano , atónito , no parpadeaba . ¿ Dónde estaba Jesús ? ¿ Qué había querido decir ?
La nueva presencia de la seca mujer bajo el dintel me hizo reaccionar y , antes de que abriera la boca , formulé la cuestión clave :
- ¿ Está en el pueblo ?
Negó con la cabeza .
- ¿ Adónde ha ido ? - intervino Eliseo sin poder contenerse -. ¿ Cuándo ?...
- No es posible ...
Mi comentario terminó de confundirla . No supo dónde mirar ni a quién responder . Finalmente , atendiendo a mi compañero , repuso lacónicamente :
- No lo sé ...
Era preciso no perder los nervios . Teníamos que averiguar lo sucedidoy , sobre todo , dónde se hallaba el Maestro . Y esbozando una sonrisa , intenté tranquilizarme y tranquilizarla . Esta , a cada pregunta , acudía al interior de la vivienda , a interrogar , supongo , a la Señora . El empeño fue casi un fracaso ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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