María ,sin embargo , volvió a dejarlo en el suelo y exploró los ojos del Galileo . Fue una de las escasas ocasiones , a lo largo de aquellos meses , en la que reconocí el amor que le profesaba . El verde hierba de los rasgados ojos brilló durante unos segundos , revelando la verdad . Ella lo amaba profundamente , pero ...
Y aquel chispazo se reflejó en el semblante del Hijo del Hombre . Cualquier sentimiento , por muy insignificante y escondido , llegaba a Él como la luz a la retina . Por unos instantes , la felicidad se sentó a su lado ...
- ¿ Quieres abrirlo de una vez ?
La petición de la pelirroja devolvió a la madre a la realidad , consumiendo el invisible pero intenso abrazo...
La Señora procedió y todos , admirados , elogiaron el buen gusto de Jesús . Y el mattenah pasó de uno a otro .
Cuando llegó a mi poder lo examiné con detenimiento . Era una de las modas del momento : un huevo de avestruz , previamente vaciado , que hacía las veces de contenedor de líquidos ( fundamentalmente ungüentos y aceites perfumados ) . A diferencia del barro , este material , además de impermeable , no absorbe los olores , conservando así la fragancia del contenido . Los artesanos de Cartago , desde donde fue exportado a Antioquía , lo habían provisto de un cuello de bronce , así como de una agarradera y cuatro bandas protectoras , también de bronce .
El Maestro - según dijo - lo compró en la citada ciudad de Antioquía . Nosotros , durante la estancia en el Hermón , no llegamos a verlo.
Los regalos fueron una bendición . Desterraron momentáneamente el malhumor y la cena discurrió en una discreta calma .
La Señora casi no comió . Por lo que pude observar , se limitó a servirnos y , sobre todo , a contemplar a su Hijo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y aquel chispazo se reflejó en el semblante del Hijo del Hombre . Cualquier sentimiento , por muy insignificante y escondido , llegaba a Él como la luz a la retina . Por unos instantes , la felicidad se sentó a su lado ...
- ¿ Quieres abrirlo de una vez ?
La petición de la pelirroja devolvió a la madre a la realidad , consumiendo el invisible pero intenso abrazo...
La Señora procedió y todos , admirados , elogiaron el buen gusto de Jesús . Y el mattenah pasó de uno a otro .
Cuando llegó a mi poder lo examiné con detenimiento . Era una de las modas del momento : un huevo de avestruz , previamente vaciado , que hacía las veces de contenedor de líquidos ( fundamentalmente ungüentos y aceites perfumados ) . A diferencia del barro , este material , además de impermeable , no absorbe los olores , conservando así la fragancia del contenido . Los artesanos de Cartago , desde donde fue exportado a Antioquía , lo habían provisto de un cuello de bronce , así como de una agarradera y cuatro bandas protectoras , también de bronce .
El Maestro - según dijo - lo compró en la citada ciudad de Antioquía . Nosotros , durante la estancia en el Hermón , no llegamos a verlo.
Los regalos fueron una bendición . Desterraron momentáneamente el malhumor y la cena discurrió en una discreta calma .
La Señora casi no comió . Por lo que pude observar , se limitó a servirnos y , sobre todo , a contemplar a su Hijo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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