El funncionario , experto en semejante lides , miró a los ojos al que acababa de responder . Fueron segundos . El galileo dudó . Parpadeó y respondió inseguro :
- Cebollas de Ginnosar para el mercado de Jerusalén .
Fue suficiente . El funcionario << supo >> que había algo raro . Y señalando la carga , ordenó que la hicierán descender a tierra . El tono , autoritario , no dejaba margen a la negociación.
Los felah protestaron y se negaron a cumplir las exigencias del publicano . Uno de ellos argumentó , con razón , que no era bueno liberar al camello . Esa operación - y bien lo sabía el publicano - sólo debía llevarse a cabo al concluir la jornada . Arrodillar al animal , soltar la carga , volver a montarla y hacer que se incorporase representaban un vigoroso esfuerzo , nada recomendable ( el camello podía lastimarse y derramar la carga ). Y el que parecía más sensato pidió al publicano que subiera a lo alto del animal y verificase el contenido de las cestas.
Supongo que fue un problema de << mantenimiento de la autoridad >>. El publicano , cerril , con una corta y obstinada visión de la situación , dijo que no . Él era quien mandaba , y ordenó que el camello fuera descargado de inmediato . Eso , o dar media vuelta ...
E imaginé que la orden significaría otro considerable retraso de nuestro empeño de búsqueda de Jesús de Nazaret . Me equiviqué , una vez más ...
Súbitamente , sin mediar palabra alguna , el primero de los galileos - el que había dado la explicación sobre las cebollas de Ginnosar - extrajo una daga del interior de la Túnica , se lanzó sobre el publicano y le cortó el cuello con un rápido y certero tajo . Los gritos y la sangre , brotando a borbotones , provocaron un inmediato caos . Eliseo y yo nos retiramos , tropezando con otros viajeros y caravaneros . Y los galileos , como un solo hombre , saltaron sobre el camello y emprendieron la fuga . Sobre el polvo , en un charco de sangre , yacía el funcionario .
Pero la huida fue abortada por los mercenarios romanos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Cebollas de Ginnosar para el mercado de Jerusalén .
Fue suficiente . El funcionario << supo >> que había algo raro . Y señalando la carga , ordenó que la hicierán descender a tierra . El tono , autoritario , no dejaba margen a la negociación.
Los felah protestaron y se negaron a cumplir las exigencias del publicano . Uno de ellos argumentó , con razón , que no era bueno liberar al camello . Esa operación - y bien lo sabía el publicano - sólo debía llevarse a cabo al concluir la jornada . Arrodillar al animal , soltar la carga , volver a montarla y hacer que se incorporase representaban un vigoroso esfuerzo , nada recomendable ( el camello podía lastimarse y derramar la carga ). Y el que parecía más sensato pidió al publicano que subiera a lo alto del animal y verificase el contenido de las cestas.
Supongo que fue un problema de << mantenimiento de la autoridad >>. El publicano , cerril , con una corta y obstinada visión de la situación , dijo que no . Él era quien mandaba , y ordenó que el camello fuera descargado de inmediato . Eso , o dar media vuelta ...
E imaginé que la orden significaría otro considerable retraso de nuestro empeño de búsqueda de Jesús de Nazaret . Me equiviqué , una vez más ...
Súbitamente , sin mediar palabra alguna , el primero de los galileos - el que había dado la explicación sobre las cebollas de Ginnosar - extrajo una daga del interior de la Túnica , se lanzó sobre el publicano y le cortó el cuello con un rápido y certero tajo . Los gritos y la sangre , brotando a borbotones , provocaron un inmediato caos . Eliseo y yo nos retiramos , tropezando con otros viajeros y caravaneros . Y los galileos , como un solo hombre , saltaron sobre el camello y emprendieron la fuga . Sobre el polvo , en un charco de sangre , yacía el funcionario .
Pero la huida fue abortada por los mercenarios romanos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto