Nosotros , en la precipitada huida , no supimos distinguir . La << elección >> ( por parte del Destino ) fue acertadísima . Nadie , en su sano juicio , se hubiera atrevido a perseguirnos...
Y a lo largo de la travesía supimos que el mot trasladaba el cuerpo de un zelota hasta la aldea de Ha - on , en la costa suroriental , relativamente cerca de Kefar - Zemaj . . De allí a nuestro destino , la distancia era de cuatro o cinco kilómetros . El fenicio hizo un buen negocio ...
Y al son de la flauta dulce y de los fingidos , y no tan dulces , sollozos y aspavientos de la plañidera oficial fuimos aproximándonos a Yeraj .
Ni mi compañero ni yo olvidaríamos fácilmente aquella agitada mañana ...
Todo parecía ir en contra . Y mis pensamientos regresaron , una y otra vez , al Hijo del Hombre . ¿ Seríamos capaces de encontrarlo ?
Al atracar en Yeraj , el sol se hallaba muy cerca del cenit . Era la hora sexta . Si el Maestro partió de Nahum hacia las seis de la mañana , e hizo el camino hacia la segunda desembocadura del Jordán por cualquiera de las dos orillas , eso significaba , como mínimo , cuatro horas de marcha . Jesús pudo llegar a la << Luna >> hacia las diez . Si mis calculos no erraban , en esos momentos , las doce , quizá habíamos reducido la ventaja . Jesús podía estar a unas dos horas del lugar donde nos encontrábamos . Pero todo esto , claro está , sólo eran suposiciones...
Y me consolé .. Lo hallaríamos . La búsqueda en las alturas del Hermón tampoco fue fácil.
Yeraj era una laguna de unos doscientos metros de longitud , situada al sur de la mencionada segunda desembocadura del río Jordán . El brazo de tierra que lo separaba del yam era consecuencia del continuo arrastre de sedimentos y del intenso batir de las olas. Los lugareños supieron aprovecharla como ensenada natural , muy abrigada de los vientos y de las furiosas tormentas invernales . Tal y como comprobamos en el << circuito aéreo >> - cuando nos dirigíamos al llamado monte de las Bienaventuranzas -, el Jordán desembocaba más hacia el oeste de lo que hoy conocemos . Exactamente , a un kilómetro y medio .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y a lo largo de la travesía supimos que el mot trasladaba el cuerpo de un zelota hasta la aldea de Ha - on , en la costa suroriental , relativamente cerca de Kefar - Zemaj . . De allí a nuestro destino , la distancia era de cuatro o cinco kilómetros . El fenicio hizo un buen negocio ...
Y al son de la flauta dulce y de los fingidos , y no tan dulces , sollozos y aspavientos de la plañidera oficial fuimos aproximándonos a Yeraj .
Ni mi compañero ni yo olvidaríamos fácilmente aquella agitada mañana ...
Todo parecía ir en contra . Y mis pensamientos regresaron , una y otra vez , al Hijo del Hombre . ¿ Seríamos capaces de encontrarlo ?
Al atracar en Yeraj , el sol se hallaba muy cerca del cenit . Era la hora sexta . Si el Maestro partió de Nahum hacia las seis de la mañana , e hizo el camino hacia la segunda desembocadura del Jordán por cualquiera de las dos orillas , eso significaba , como mínimo , cuatro horas de marcha . Jesús pudo llegar a la << Luna >> hacia las diez . Si mis calculos no erraban , en esos momentos , las doce , quizá habíamos reducido la ventaja . Jesús podía estar a unas dos horas del lugar donde nos encontrábamos . Pero todo esto , claro está , sólo eran suposiciones...
Y me consolé .. Lo hallaríamos . La búsqueda en las alturas del Hermón tampoco fue fácil.
Yeraj era una laguna de unos doscientos metros de longitud , situada al sur de la mencionada segunda desembocadura del río Jordán . El brazo de tierra que lo separaba del yam era consecuencia del continuo arrastre de sedimentos y del intenso batir de las olas. Los lugareños supieron aprovecharla como ensenada natural , muy abrigada de los vientos y de las furiosas tormentas invernales . Tal y como comprobamos en el << circuito aéreo >> - cuando nos dirigíamos al llamado monte de las Bienaventuranzas -, el Jordán desembocaba más hacia el oeste de lo que hoy conocemos . Exactamente , a un kilómetro y medio .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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