Ruth cumplió su dieciseis aniversario en la nueva casa , a orillas del yam .
En abril del año 25 , el Maestro dio por finalizado este segundo viaje , retornando a Israel . Pero fue por poco tiempo . Tras una fugaz visita a la familia , se alejó nuevamente y desapareció . Nosotros lo encontramos en agosto , en la cadena montañosa del Hermón , al norte . Hoy 18 de setiembre , Jesús había regresado a Nahum , a su casa , después de cinco meses de ausencia . Y comprendí el alborozo de la hermana pequeña . La actitud de la Señora , en cambio , fría y distante , no me cuadraba . Esa misma noche , durante la cena , ctrí entender el porqué del anómalo comportamiento de la madre ...
Las explicaciones del Galileo fueron interrumpidas por la llegada de la bella Ruth . Se presentó con tres pequeños cuencos de madera con un refrigerio típico de la costa del yam : la abattíah , una deliciosa mezcla de zumo de sandía , granada y un vino negro y dulce que no supe identificar pero que agradecí . El primero en recibir la colación fue este explorador . Así lo exigían las leyes de la hospitalidad .
De rodillas sobre las losas , la jovencita tomó una de las raciones y , en silencio , me la ofreció .
¿ Cómo olvidar aquella mirada ? Irradiaba la dulzura del Maestro y la belleza y espontaneidad de la Señora .
No sé qué sucedió . Sencillamente , quedé atrapado en aquellos ojos verdes ...
Y la mujer , tímida , bajó la mirada .
Eliseo agradeció la abattía . Menos mal . Yo no pude , o no supe , articular una dola palabra ...
Jesús fue el último en recibir el << aperitivo >> . Tomó el cuenco entre las manos y , siguiendo su costumbre , lo levantó ligeramente , brindando :
- Lehaim!
- ¡ Por la vida ! - replicó mi compañero.
Yo , como digo , continué mudo , sin saber qué me sucedía .
Y Jesús , captando mi silencio , repitió el brindis , animándome a que me uniera al hermoso deseo.
- ¡ Por la vida ! - respondí finalmente con la voz prisionesra por aquel súbito sentimiento -. Lehaim!
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
En abril del año 25 , el Maestro dio por finalizado este segundo viaje , retornando a Israel . Pero fue por poco tiempo . Tras una fugaz visita a la familia , se alejó nuevamente y desapareció . Nosotros lo encontramos en agosto , en la cadena montañosa del Hermón , al norte . Hoy 18 de setiembre , Jesús había regresado a Nahum , a su casa , después de cinco meses de ausencia . Y comprendí el alborozo de la hermana pequeña . La actitud de la Señora , en cambio , fría y distante , no me cuadraba . Esa misma noche , durante la cena , ctrí entender el porqué del anómalo comportamiento de la madre ...
Las explicaciones del Galileo fueron interrumpidas por la llegada de la bella Ruth . Se presentó con tres pequeños cuencos de madera con un refrigerio típico de la costa del yam : la abattíah , una deliciosa mezcla de zumo de sandía , granada y un vino negro y dulce que no supe identificar pero que agradecí . El primero en recibir la colación fue este explorador . Así lo exigían las leyes de la hospitalidad .
De rodillas sobre las losas , la jovencita tomó una de las raciones y , en silencio , me la ofreció .
¿ Cómo olvidar aquella mirada ? Irradiaba la dulzura del Maestro y la belleza y espontaneidad de la Señora .
No sé qué sucedió . Sencillamente , quedé atrapado en aquellos ojos verdes ...
Y la mujer , tímida , bajó la mirada .
Eliseo agradeció la abattía . Menos mal . Yo no pude , o no supe , articular una dola palabra ...
Jesús fue el último en recibir el << aperitivo >> . Tomó el cuenco entre las manos y , siguiendo su costumbre , lo levantó ligeramente , brindando :
- Lehaim!
- ¡ Por la vida ! - replicó mi compañero.
Yo , como digo , continué mudo , sin saber qué me sucedía .
Y Jesús , captando mi silencio , repitió el brindis , animándome a que me uniera al hermoso deseo.
- ¡ Por la vida ! - respondí finalmente con la voz prisionesra por aquel súbito sentimiento -. Lehaim!
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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