domingo, 6 de noviembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 18 de setiembre , martes ( 37 )

Poco después se retiraba por la misma puerta por la que habían entrado y salido las mujeres .
Ruht , incansable , trató de mover el barreño de piedra . Ni siquiera lo desplazó . El agua y las dimensiones lo hacían muy pesado para la fragil << ardilla >> . No creo que superase el metro y sesenta centímetros de estatura ; más o menos como la Señora .
Nos faltó tiempo . Mi hermano y quien esto escribe , comprendiendo , alzamos el recipiente , dispuestos a trasladarlo . Y Ruth , complacida , se apresuró a abrirnos camino hasta el corral existene a unos pasos del granado , en la esquina norte de la propiedad.
Empujó una pequeña puerta de madera y entramos en un rectángulo sin enlosar , alfombrado por ceniza basáltica , tan abundante en Nahúm . Señaló el rincón de la izquierda , junto a un cobertizo . Algunas gallinas negras , de escaso porte y con el cuello y el buche desplumado , huyeron precipitadamente , protestando por la súbita irrupción .
La mujer tiró de una segunda puerta y mostró el agujero por el que debíamos vaciar el barreño . Era el llamado << cuarto secreto >> . Un entarimado , un par de jofainas de metal y varias esponjas , pinchadas en la pared , a un metro de la tarima , en sendos clavos , eran todo el ajuar del váter familiar.
Percibí que la muchacha se sonrojaba ...
Vertimos el agua y , discretos , la seguimos de vuelta al patio . Naturalmente aproveché para tomar referencias . Yo no lo sabía en aquellos momentos , pero la casa en la que nos encontrábamos resultaría de especial importancia durante una larga temporada ...
En el corral , como había sucedido en la vivienda de la Señora , en Nazaret , además de los animales y el referido << cuarto secreto >> , se almacenaban todo tipo de enseres , generalmente de poca utilidad , entre los que distinguí herramientas , capazos de hoja de palma  colgados de los muros , paños de redes y varios sacos de alpillera , bajo el cobertizo de cañas , supuestamente repletos de cereal . En el rincón derecho , adosado al muro , reconocí el típico horno en el que cocían el pan.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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