Para protegerlas de los intensos y abrasadores vientos locales que descendían por las colinas del oeste durante el verano , los ingeniosos campesinos habían construido barreras de juncos y carrizos que permanecían en tierra hasta el final de la primavera . Al llegar la estación estival y levantar dichas protecciones , el valle sufría una curiosa metamorfosis , con cientos de << paredes >> verdes y blancas , siempre oscilantes por los vientos .
Alcanzamos la aldea de Yardema con el tiempo justo . El sol , naranja e inmenso , rodaba ya hacia la llanura de Esdrelón , en el horizonte . La noche no tardaría en caer .
La jornada , en fin , parecía condenada al fracaso . Nuestro objetivo - el Maestro - se había volatizado...
Y buscamos refugió.
Yardena , dedicada casi exclusivamente al cultivo de las flores , era otro puñado de cabañas , a poco más de seiscientos metros de la << jungla >> del Jordán.
El Destino tuvopiedad de estos agotados exploradores y , al poco ,, soltábamos los petates y el odre en una de las << habitaciones >> del << hotel >> local . Pensaba que la suciedad y la miseria de la posada de Sitio , en el cruce de Qazrin , no podían ser superadas . Me equivoqué . Aquella << caravanera >> era mucho peor . El titulo de posada , incluso , era una exageración . Una docena de chozas de barro y techumbre de hoja de palma , levantadas anárquicamente en el interior de un círculo , también de adobe rojo , que , supuestamente , debía defender a los cliente de bandidos y asaltantes , formaban el lugar donde pasaríamos la noche . Un lugar infecto , sin embargo , nos esperaba una sorpresa . Cosas del Destino , que escribe recto con renglones torcidos .
El examen de la habitación terminó de hundirnos . Ni siquiera disponíamos de un catre .Las << camas >> eran el puro suelo . Si deseábamos un par de esteras , teníamos que pagarlas . En un rincón , como único mobiliario , una lucerna apagada y un recipiente metálico , alto y cilíndrico ( semejante a un bacín ) , que , supuse , hacía las veces de orinal .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Alcanzamos la aldea de Yardema con el tiempo justo . El sol , naranja e inmenso , rodaba ya hacia la llanura de Esdrelón , en el horizonte . La noche no tardaría en caer .
La jornada , en fin , parecía condenada al fracaso . Nuestro objetivo - el Maestro - se había volatizado...
Y buscamos refugió.
Yardena , dedicada casi exclusivamente al cultivo de las flores , era otro puñado de cabañas , a poco más de seiscientos metros de la << jungla >> del Jordán.
El Destino tuvopiedad de estos agotados exploradores y , al poco ,, soltábamos los petates y el odre en una de las << habitaciones >> del << hotel >> local . Pensaba que la suciedad y la miseria de la posada de Sitio , en el cruce de Qazrin , no podían ser superadas . Me equivoqué . Aquella << caravanera >> era mucho peor . El titulo de posada , incluso , era una exageración . Una docena de chozas de barro y techumbre de hoja de palma , levantadas anárquicamente en el interior de un círculo , también de adobe rojo , que , supuestamente , debía defender a los cliente de bandidos y asaltantes , formaban el lugar donde pasaríamos la noche . Un lugar infecto , sin embargo , nos esperaba una sorpresa . Cosas del Destino , que escribe recto con renglones torcidos .
El examen de la habitación terminó de hundirnos . Ni siquiera disponíamos de un catre .Las << camas >> eran el puro suelo . Si deseábamos un par de esteras , teníamos que pagarlas . En un rincón , como único mobiliario , una lucerna apagada y un recipiente metálico , alto y cilíndrico ( semejante a un bacín ) , que , supuse , hacía las veces de orinal .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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