Me consolé . De haber perdido la segunda bolsa de hule , la que portaba en mi cinto , la situación habría sido más comprometida . Además de una parte del dinero , quien esto escribe , como se recordará , llevaba habitualmente las lentes de contacto - las << crótalos >> -, fundamentales en la visión nocturna y en la aplicación de algunos de los sistemas ubicados en la << vara de Moisés >> , en especial los defensivos .
Fue entonces , al desacer el camino hacia la casa , cuando me asaltó aquel pensamiento ...
Sin embargo , lo rechacé y guardé silencio . ¿ Qué ganaba con atormentar a mi compañero ? Pero , obstinada , la imagen regresó a mi mente ... No me equivoqué .
Ni Eliseo ni yo hicimos comentario alguno . Nos sentamos nuevamente bajo el granado y esperamos . Ambos habíamos aprendido que no convenía rebelarse contra el Destino...
Ruth obligó a inclinar la cabeza a su hermano mayor y , con decisión , frotó los cabellos con un polvo blanco y espeso . Después , con la ayuda de un cuenco de madera , los fue aclarando . El Maestro , con las revueltas barbas pegadas al poderoso tórax , no rechistó . Por la espuma y el color deduje que la joven lo estaba lavando y desinfectando con natrón , una suerte de jabón , muy utilizado en aquel tiempo , que se extraía de las raíces de la barrilla y del salicor , ricas en sales alcalinas . Una vez trituradas , estas raices eran reducidas a cenizas y transformadas en detergente en piedra o en polvo . El carbonato sódico resultaba implacable con la suciedad y con los parásitos , en especial con las molestas familias de los pediculus , los piojos , también combatidos con el vinagre y el áloe púrpura . Casi todos los niños , una vez rapados , eran embardunados a diario con estos productos . El olor , acre y desabrido , se percibía a distancia . Para los más rigoristas con la Ley mosaica , el natrón era todo un símbolo , cantado por el profeta Jeremías , insuficiente para borrar el pecado de los infieles . Como confirmaríamos en posteriores visitas a Nahum , y otras poblaciones , aquel << jabón >> , fabricado en Egipto y Siria , constituía un excelente negocio . Jesús , obediente , echó la cabeza hacia atrás , y la peliroja , con suavidad y dulzura , fue peinando los largos cabellos . El sol , tan atento como nosotros , colaboró con su luz . Y el Maestro , relajado , dejó hacer.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Fue entonces , al desacer el camino hacia la casa , cuando me asaltó aquel pensamiento ...
Sin embargo , lo rechacé y guardé silencio . ¿ Qué ganaba con atormentar a mi compañero ? Pero , obstinada , la imagen regresó a mi mente ... No me equivoqué .
Ni Eliseo ni yo hicimos comentario alguno . Nos sentamos nuevamente bajo el granado y esperamos . Ambos habíamos aprendido que no convenía rebelarse contra el Destino...
Ruth obligó a inclinar la cabeza a su hermano mayor y , con decisión , frotó los cabellos con un polvo blanco y espeso . Después , con la ayuda de un cuenco de madera , los fue aclarando . El Maestro , con las revueltas barbas pegadas al poderoso tórax , no rechistó . Por la espuma y el color deduje que la joven lo estaba lavando y desinfectando con natrón , una suerte de jabón , muy utilizado en aquel tiempo , que se extraía de las raíces de la barrilla y del salicor , ricas en sales alcalinas . Una vez trituradas , estas raices eran reducidas a cenizas y transformadas en detergente en piedra o en polvo . El carbonato sódico resultaba implacable con la suciedad y con los parásitos , en especial con las molestas familias de los pediculus , los piojos , también combatidos con el vinagre y el áloe púrpura . Casi todos los niños , una vez rapados , eran embardunados a diario con estos productos . El olor , acre y desabrido , se percibía a distancia . Para los más rigoristas con la Ley mosaica , el natrón era todo un símbolo , cantado por el profeta Jeremías , insuficiente para borrar el pecado de los infieles . Como confirmaríamos en posteriores visitas a Nahum , y otras poblaciones , aquel << jabón >> , fabricado en Egipto y Siria , constituía un excelente negocio . Jesús , obediente , echó la cabeza hacia atrás , y la peliroja , con suavidad y dulzura , fue peinando los largos cabellos . El sol , tan atento como nosotros , colaboró con su luz . Y el Maestro , relajado , dejó hacer.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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