jueves, 27 de abril de 2017

Caballo de Troya - El Diario del mayor - Tomo 8 - 14 de enero , lunes ( 50 )

A la derecha de la senda , al pie de la colina , oí el rumor de una corriente . No supe qué río era . En realidad , como dije , no sabía nada de aquel territorio , salvo que era dominio de los badu , los beduinos .
La senda aparecía desierta . Algo más adelante , a unos doscientos metros del roquedo sobre el que me encontraba , un aprendiz de camino se separaba del principal , y se alejaba por la izquierda , rumbo al poblado .
Eso era todo . Olivos y olivos . Miles de zayit , minuciosamente alineados , subiendo y bajando colinas , en mitad de ningún sitio ...
Si aquél era un alto en el camino , forzado por la caída del sol , ¿ cuál era nuestro destino ? ¿ Se lo preguntaba ? Volví a dudar . ¿ Y qué importaba ? El Hijo del Hombre sabía improvisar ...
Mejor así .
El Galileo se puso en pie , dejó el aco de viaje sobre la senda y me hizo un gesto , solicitando que aguardase . Asentí con la cabeza y caminé hacia el petate .
Entonces , conforme se alejaba , se volvió , y gritó :
- Recuerda , mal ´ak ... ¡ Dios no improvisa !
Rió con ganas , y prosiguió por el camino principal . Enrojecí , supongo . No había forma de acostumbrarse . Él estaba en mi interior , afortunadamente . Sí , afortunadamente ...
Tomó el senderillo secundario , y continuó con sus zancadas típicas . Se dirigía a Beit Ids . Pero ¿ pos qué decidió que este explorador permaneciera en la senda ?
Aguardé , sumido en nuevas reflexiones , y también al filo de una súbita tentación . El Maestro dejó a mi cargo su personal saco de viaje . Conocía , más o menos , el contenido . Algo había visto en los anteriores viajes . Ahora podía echarle un vistazo . Pura curiosidad . Quizá alguno de los enseres me diera una pista sobre el lugar al que pretendía llegar ...
Acaricié el tejido del saco , e , incluso , lo levanté . Pesaba poco . Pero , al momento , lo dejé sobre la tierra . Sentí vergüenza . Él era mi amigo . Eso no estaba bien ...
Y me agarré a las elucubraciones . Era preferible .
¿ Por qué me corrigió ? Si Dios no improvisa , si Él no improvisaba , eso quería decir ...
No , no lo consideré siquiera . Beit Ids no podía ser nuestro destino último . ¿ O sí ?  ¿ Lo tenía planeado ? Me resistí , como digo . Aquel paraje remoto , lejos de todo , sólo era un lugar de paso . Mañana , al alba , lo vería caminar de nuevo . ¿ O no ?
Nunca aprenderé ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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