domingo, 16 de abril de 2017

Caballo de Troya - El diario del Mayor - Tomo 8 - 14 de enero , lunes ( 8 )

Di media vuelta y me dirigí al guilgal , con el fin de recoger el saco de viaje . Podían ser casi las doce de la mñana . Con algo de suerte dormiría en la posada de Ruppin , o quizá en la de Yardena ...
Y fue a la luz de una de las chispas eléctricas cuando los vi . Al principio los confundí con dos de los discípulos , pero no ... Todos se hallaban a mis espaldas , en el río . Buscaban entre los enseres . Fue instantáneo . Comprendí : eran ladrones . Creí reconocer a uno de ellos . Formaba parte de la tropa de vendedores que deambulaba por el campamento cuando llegué a Omega .
Pensé en el petate , en los fármacos y en el cilindro de acero . Fue una imprudencia , lo sé ...
Gritén . Corrí entre los árboles , e intenté llamar la atención de los reunidos sobre las piedras de basalto . Fue inútil . Entre los toques de sofar , las tronadas y los gritos de los seguidores , mis reclamaciones se perdieron en la nada . Los individuos , sin embargo , sí se percataron de mi presencia . Soltaron algo , y huyeron como liebres . Activé el láser de gas y disparéb sin demasiado convencimiento . El impacto dejó una huella en uno de los troncos .Me hallaba lejos , y sin las << crótalos >> Opté por no repetir el disparo . Los sujetos se separaron . Uno se perdió en la arboleda , en dirección al puente , y el segundo eligió el grupo que participaba en la inmersión . Al poco quedó camuflado entre los que esperaban turno para entrar en las aguas .
Al ingresar en el círculo de piedras , respiré con alivio . El petate estaba intacto . No faltaba nada . En esta oportunidad tuve suerte . Otros sacos aparecían revueltos ...
Corrí hacia la orilla , a la búsqueda del ladrón . El empeño fue contraproducente . La gente , cubierta con los mantos , cestos , etc ., reaccionó como era lógico y natural . Al descubrirlos , protestaron , y solo recibí insultos  y malos modos . Algunos , incluso , me apartaron con violencia , pensando que trataba de colarme .
Y en eso , mientras me afanaba en la localización del truhán , al llegar a las proximidades del << pasillo >> formado por los íntimos de Yehohanan , repetí la maniobra de retirar el manto de uno de los seguidores .
Ambos nos miramos , y quedamos perplejos ...
No lo había visto con anterioridad . ¿ Qué hacía en aquel lugar ?
Me sonrió , y respondí de la misma manera , creo ...
La lluvia empapó rápido los cabellos y la barba .
No hablamos .
Y consciente de que el diluvio lo molestaba , lo cubrí nuevamente con el pesado ropón de franjas verticales , típico con él .
¡ Era Santiago , el hermano del Maestro !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto