martes, 11 de abril de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 13 de enero ( 39 )

Cuarta : acudiría al río Jordán , tal y como programé inicialmente . Eso me concedería tiempo . Si todo discurría como era lo habitual , la siguiente revisión del módulo , y quizá el descubrimiento de la falta del cilindro , se registraría en el plazo de una semana y media , aproximadamente . Entonces , ya veriamos ...
Si me daba prisa , todavía podía alcanzar a la comisión de Nahum que debía interrogar a Yehohanan .
Quinta : dada la situación , y el progresivo envenenamiento de las relaciones entre Eliseo y quien esto escribe , al retornar a Nahum buscaría oro lugar en el que vivir . Compartir la ínsula hubiera sido una locura . Lo sentí por el fiel Kesil . Si el Maestro seguía habitando enel caserón de los Zebedeo , en Saidan , allí me trasladaría .
Y me preparé .
Dispuse una carga de << nemos >> , la mitad de los diamantes , y la dimetilglicina , y dediqué el resto de la mañana del miércoles a buscar un lugar donde enterrar el cilindro de acero .
No fue tan simple .
Recorrí la plataforma , pero siempre tropecé con algún inconveniente . El áspero terreno no era fácil de remover . Además , Eliseo lo hubiera detectado . En la nave disponíamos de procedimientos para localizar una pieza metálica .
Y el asunto , aparentemente sencillo , se complicó .
Ni la muralla romana , ni los nidos de las << ratas - topo >>,ni tampoco el manzano de Sodoma eran lugares adecuados . Hubieran sido los primeros objetivos del ingeniero . ¿ Lo despeñaba por el acantilado ? Negativo . Era una pieza extraña en aquel <<ahora >> . No debía permitir que fuera manipulada . pero , sobre todo , conenía unas muestras que exigían un mínimo de respeto .
No lo dejaría en el Ravid .
A sí se agotó el miercoles , 9 , con el contenedor entre las manos , sin saber qué hacer conél .
Sólo se me ocurrió una solución . Lo llevaría conmigo , oculto en el saco de viaje , hasta que pudiera desembarazarme de él o , al menos , de los dientes de José y de su hijo Amós , de la sangre de la SEñora y del Maestro, así como de sus cabellos .
Algo se me ocurriría , camino del Jordán ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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