jueves, 13 de abril de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - del 5 al 13 de enero ( 48 )

Los relojes del módulo debían señalar las 16 horas , 51 minutos y 24 segundos . Era el momento del orto solar
De pronto , la natural escandalera de los pájaros arreció . Todos , el el gilgal , miramos hacía lo alto . Las aves encloquecidas , saltaban entre el ramaje , o se pricitaban de una copa a otra , chillando y escapando hacia el rojo del del crespúculo . Muchas de ellas , inexplicablemente , topaban con los troncos y caían muertas o agonizantes . El campamento , atónito , recogió algunos de los bellos guardarríos , y se preguntó qué sucedía . ¿ Por qué las aves huían ?
En cuestión de segundos , el bosque de los << pañuelos >> quedó en silencio . En el cielo se distinguia una mancha negra , y oscilante , que volaba hacia el sur . Era la pajarería . Mientras permanecí en el meandro no los vi regrear
Los comentarios fueron inevitables . Algo asustó a las aves . Y los supersticiosos acampados coincidieron : tenía que ser Adam - adom, el << hombre rojo >> , la criatuta de la que había hablado Belsa , en el camino hacia Damiya , y , justamente , muy cerca de donde me encontraba . El persa señaló las << once lagunas >> como uno de los territorios de este siniestro << diablo >> de los manglares , que asaltaba a los caminantes , y los dejaba sin sangre . Adam-adon , como ya mencioné , tenía la capacidad de volar . Según la creencia popular , los pies eran como los de un perro , y , en ocasiones , como los de un gallo . Los ojos proyectaban una luz rojiza que le permitía orientarse en la oscuridad , Era despiadado e insaciable .
El miedo fue igualmente inavitable . Algunos , muy pocos , trataron de razonar , y explicaron que Adam - adom era sólo una fantasía . Fue inutil . Con la llegada de la oscuridad , y el silencio de las hogueras , cda sombra , cada crujido , y cada ir y venir , se convertían en un sobre salto . El pánico fue tal que los hombres optaron por reunirse , y designar a cincuenta vigilantes , ubicándolos en el perimetro de la << herradura >> . Los vigías fuero provistos de sendas antorchas . Al menor movimiento , o sospecha , debían agitar las teas . ësa sería la señal que indicaría la presencia del << hombre - rojo >> . Ni que decir tiene que esa noche todos durmieron con las espadas al alcance de la mano y , prácticamente , con un ojo abierto .
Pero lo más desconcertante estaba por llegar ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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