domingo, 23 de abril de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - 14 de enero , lunes ( 34 )

Como dije , no sabía nada de aquella zona . Era la primera vez que me adentraba en ella . Recordaba vagamente los perfiles , observados en el periplo aéreo , cuando nos dirigíamos al norte del yam . Pero eso no servía . Ignoraba hacia dónde conducía aquel sendero , muy poco frecuentado , y que empezaba a ascender tímidamente , entre decenas de yébels , o colinas de caolín , tan apreciadas por los alfareros y por los cultivadores de olivos .
Jesús marchaba de nuevo a buen ritmo . Parecía conocer al paraje ...
Traté de tomar referencias , siempre útiles en los viajes .
Desde Fahil , o poco antes , los apretados bosques del valle del Jordán fueron reemplazados por miles de zayit , el olivo israelí , célebre por su generosidad , y por la calidad de los aceites , densos y dorados . Abundaba el género Olea , con más de treinta especies , muchos de ellos centenarios , arqueados por el paso del tiempo , gruesos y misteriosamente hueos . Como había observado en el viaje al Hermón , también aquí , en la Decápolis , el zayit era mimado como una novia . Lo plantaban a una distancia mínima de once metros , colonizando miles de kilómetros cuadrados . En realidad , eso era lo único que tenía a la vista : hileras interminables e olivos , de hasta diez metros de altura , que compensaban el blanco harinoso de las colinas . Cada árbol regalaba del orden de treinta a sesenta kilos de aceitunas , con una producción media de aceite de unos cinco litros por olivo . Eso convertía estas alturas de Galaad en un río de oro , con una exportación ininterumpidas , y disputada , que obligaba a comprar las cosechas << en el árbol >> . Naturalmente , la mayor parte de los propietarios de estos yébels era judía . Herodes Antipas , el tetrarca de la Perea y de la Galilea , también era << accionista >> destacado en el negocio de los zayit . Astutamente , los judios que explotaban estas tierras se aprovechaban del carácter pagano de las mismas , e interpretaban la Ley mosaica a su manera , y en su beneficio , Dicha Ley ( Deuteronomio 24 , 20 )  establecía que los olivos no debían ser descargados en su totalidad , sino que , en cada rama , era bueno que permaneciese un mínimo de fruto ,con el fin de alimentar a los desposeídos : << Cuando varees tus olivos - decía Yavé -, no harás rebusco . Lo que quede será para el forastero , el huérfano y la viuda . >> .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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