sábado, 30 de agosto de 2014

Caballo de Troya - Tomo 1 - El Diario del Mayor ( 13 )

En el caso de la exploración  en tiempos de Lincoln , los astronautas elegidos podían correr evidentes peligros físicos  y ni el general Curtiss ni en resto de los componentes  de la Operación Caballo de Troya  estábamos dispuestos  dispuestos a poner en juego la seguridad de nuestros hombres . En cuanto al viaje que yo propugnaba  , la falta de precisión  en la fecha exacta en que el prenauta pudo arribar con su carabela a la isla de Madera fue determinante . Nuestra aportación histórica , aunque rigurosa , arrojaba un inevitable margen de error .
Como un solo hombre , a partir de aquella decisiva y final determinación  , los 61 miembros  del equipo Caballo de Troya - de exploración al pasado - nos volcamos en la puesta a punto de la que iba a ser nuestra primera aventura oficial en el tiempo .
No voy a negar que en aquellas semanas que siguieron a mi elección por el general Curtiss para tripular la cuna y descender en el tiempo de Jesús de Nazaret , mi estado de ánimo se vió profundamente alterado . A pesar de la innegable alegría  que supuso el formar parte de la primera pareja de exploradores  a otro tiemopo, la responsabilidad de tan compleja operación me abrumó y fueron necesarios muchos días para lograr adaptarme y asimilar serenamente mi compromiso.
Nunca supe con exactitud por qué el jefe del proyecto swivel me designó para aquel gran viaje . Es muy posible que , a la hora de valorar conocimientos y condiciones personales , otros compañeros deberían haber ocupado mi puesto por un amplio margen de meritos . Curtiss , en una de las múltiples entrevistas que celebré con él a raiz de mi nombraiento , dejó entrever que la naturaleza de la exploración exigía , fundamentalmente , la presencia de un hombre escéptico en materia religiosa . Al contrario de otros muchos miembros del equipo , yo no militaba en iglesia o movimiento religioso alguno , siendo patente mi carácter agnóstico . Por mi rígida educación científica y militar , y aunque siempre procuré respetar las creencias e inclinaciones religiosas de los demás , yo no había sentido jamás la menor necesidad de refugiarme o de buscar aliento en ideas trascendentales .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto