lunes, 25 de agosto de 2014

Caballo de Troya - Tomo 1 - Nuevamente en Washingtod ( 40 )

De acuerdo con el plan trazado la tarde anterior en la sede de la agencia de noticias Efe , a las diez en punto de la mañana del viernes  deposité la llave de mi habitación  en la conserjería , dirigiéndome seguidamente a unos de los taxis que aguaedaban a las puertas del hotel.
Tras desayunar en la habitación , había procedido a rellenar los cartuchos  de cartón con parte de mi ropa sucia  - pañuelos y calcetines , fundamentalmente -, cerrándolos nuevamente y escribiendo en cada uno de ellos mi nombre, apellidos y dirección de vizcaya . Y aunque el tiempo en Washington D.C. era fresco y soleado , me enfundé una gabardina color hueso.
Con las cámaras al hombro y los cilindros del mayor entre las manos me introduje en el taxi , pidiéndole que me llevara hasta el Main Post Office o Central de Correos de la ciudad.
Si el FBI seguía mis movimientos , aquellos cartuchos y mi colega , el periodista , me ayudarían a darles un buen esquinazo .
A las 10,30 horas , el taxista detenía su vehiculo frente al edificio de correos . Con la promesa de una excelente propina , le rogué que esperase unos minutos  ; el tiempo justo de franquear y certificar ambos paquetes . El hombre accedió amablemente y yo salté del coche  , al tiempo que observaba cómo un turismo de color negro rebasaba al taxi, aparcando a unos ochenta o cien metros por delante .
Con el presentimiento de que los ocupantes de aquel vehículo tenían mucho que ver con los que habían irrumpido y registrado mi habitación la noche anterior , me adentré en la concurrida central . Gracias a Dios , mi amigo esperaba ya en el interior . A toda velocidad , y ante los atónitos ojos de una jovencita  que rrellenaba  no se qué impresos  en la misma mesa  donde me había reunido con el reportero de Efe , me quité la gabardina  y se la pasé a mi compañero . Escribí la matricula  del taxi en uno de los formularios  que se alineaban  en los casilleros  y , al entregarle el papel , le advertí - en castellano - que tuviera cuidado con el turismo que había  visto aparcar a escasa distancia  del taxi.

Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez


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