lunes, 25 de agosto de 2014

Caballo de Troya - Tomo 1 - Nuevamente en Washington ( 39 )

Una vez desvelado el rompecabezas , el individuo restituyó los restos a su correspondiente lugar , no teniendo la precaución  de limpiar la superficie sobre la que había trabajado .
Con la ayuda de una minúscula lupa  , Agfa Lupe 8 x , que siempre me acompaña  y que resulta de gran utilidad para el examende diapositivas , localicé al instante numerosas partículas  blanco grisáceas  , que no eran otra cosa que parte de la ceniza  co la que había cubierto los papelillos .
Si los agentes - como era fácil suponer - habían tomado buena nota  de lo que estaba  escrito en dicha hoja  , habia una alta posibilidad de que cayeran en una nueva trampa ...
Antes de acostarme , y en previsión de que mi teléfono estuviera intervenido , marqué el número de la Cacellería Española , haciéndole saber a la persona  que me atendió que era amigo del señor Garzón , consejero de Información , y que , por favor  , le dejara escrito que le telefonearía hacia las 13 horas del día siguiente . De esta forma  , y en el más que probable  supuesto de que mi conversación hubiera sido grabada , el FBI recibía así la confirmación  a lo que , sin duda , había leido en mi habitación.
Dejé prácticamente hecha la maleta y me dispuse a descansar . Pero al ir a cepillarme los dientes  , recibí otra sorpresa . Aquellos malditos agentes  habían perforado  - de parte a parte y por tres puntos - el tubo de la pasta dentífrica , Al revisar la crema de afeitar , tal y como me temía , encontré el tubo igualmente agujereado.
<< ¿ De qué habrán sido y de qué seran capaces estos gorilas >> ? , empecé a preguntarme con inquietud.
Aquella noche , y por lo que pudiera acontecer , eché la cadena de seguridad y apuntalé la puerta con la única silla existente en la habitación . Como última precaución , decidí no despegar los documentos de mi pecho y espalda . En contra de lo que yo mismo podía suponer  , aquella incomoda carga no fue óbice para que el sueño terminara por rendirme . Tenia gracia . Era la primera vez que dormía con un alto secreto ..., entre pecho y espalda

Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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