Poncio dio una vuelta completa en torno al Nazareno. Después , sin hacer comentario alguno , pero con una evidante mueca de repugnancia en sus labios , volvió a subir los peldaños . Sin lugar a dudas - y Civilis me confirmaría esta sospecha poco despues -, el gobernador había sido previamente informado de la sesión matnal del Sanedrín , así como de las discrepancias surgidas entre los jueces a la hora de fijar las acusaciones . ( SEgún Civilis , una de las sirvientar y el interprete de la esposa de Pilato , Claudia Prócula , conocían las enseñanzas de jesús de Nazaret , habiendo informado al gobernador de los prodigios y de las predicaciones del rabí . )
Cuando se encontraba en mitad de la escalinata , Pilato se detuvo y , girando sobre sus talones , se encaró de nuevo con los hebreos diciéndoles :
- Dado que no estáis de acuerdo en las acusaciones , ¿ por qué no lleváis a este hombre para que sea juzgado de conformidad con vuestras propias leyes ?
Aquellas frases cayeron como un jarro de agua fría sobre los sanedritas , que no esperaban semejante resistencia por parte de Poncio . Y , visiblemente nerviosos , respondieron :
- No tenemos derecho an condenar a un hombre a muerte . Y este perturbador de nuestra nación merece la muerte por cuanto ha dicho y hechon . Ésta es la razón por la que venimos ante ti : para que ratifiques esta decisión .
Pilato sonrió maliciosamente . Aquel público reconocimiento de la impotencia judía para pronunciar y ejecutar una sentencia de muerte , ni siquiera contra uno de los suyos , le había llenado de satisfacción . Su odio por los judíos era mucho más profundo de lo que podía suponer
- Yo no condenaré a este hombre - intervino el romano , señalando a Jesús con su mano derecha - sin un juicio . Y nunca consentiré que le interroguen hasta no recibir por escrito - recalcó Poncio con énfasis -, las acusaciones .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Cuando se encontraba en mitad de la escalinata , Pilato se detuvo y , girando sobre sus talones , se encaró de nuevo con los hebreos diciéndoles :
- Dado que no estáis de acuerdo en las acusaciones , ¿ por qué no lleváis a este hombre para que sea juzgado de conformidad con vuestras propias leyes ?
Aquellas frases cayeron como un jarro de agua fría sobre los sanedritas , que no esperaban semejante resistencia por parte de Poncio . Y , visiblemente nerviosos , respondieron :
- No tenemos derecho an condenar a un hombre a muerte . Y este perturbador de nuestra nación merece la muerte por cuanto ha dicho y hechon . Ésta es la razón por la que venimos ante ti : para que ratifiques esta decisión .
Pilato sonrió maliciosamente . Aquel público reconocimiento de la impotencia judía para pronunciar y ejecutar una sentencia de muerte , ni siquiera contra uno de los suyos , le había llenado de satisfacción . Su odio por los judíos era mucho más profundo de lo que podía suponer
- Yo no condenaré a este hombre - intervino el romano , señalando a Jesús con su mano derecha - sin un juicio . Y nunca consentiré que le interroguen hasta no recibir por escrito - recalcó Poncio con énfasis -, las acusaciones .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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