No ubo tiempo para más . Poncio Pilato y sus oficiales se detubieron en la terraza , mientras uno de los centuriones descendía las escaleras , en busca , sin duda , de Caifás y de aquel galileo que había empezado a estropear la apacible jornada del gobernador . El viento despeinó a Poncio , poniendo en dificultades su postizo . Aquello debió acrecentar su ya evidente malhumor . El hecho de tener que salir a las puertas del pretorio para recibir al sumo sacerdote y a los miembros del Sanedrín no le había hecho muy feliz ...
Al pco vi aparecer por el arco de la muralla al grupo que encabezaba Caifás . Inmediatamente detrás de éste , Jesús , el mercenario romano que le había custodiado durante toda la noche , Juan Zebedeo y los levitas y criados del Sanedrín
Al llegar al pie de la escalinata , los saduceos se detubieron y , en griego , advirtieron al gobernador de que su religión les impedía dar un solo paso más . Poncio miró a Civilis y con un gesto de disgusto avanzó hasta situarsen en el filo mismo de los peldaños . Una vez allí y en tono desabrido , les preguntó igualmente en griego :
- ¿ Cuáles son las acusaciones que tenéis contra este hombre ?
Los jueces intercambiaron una mirada y , a una orden de Caifás , uno de los saduceos respondió .
- Si este hombre no fuera un malhechor no te lo hubiéramos traido...
Poncio guardó silencio . Sujetó su manto y comenzó a descender las escaleras . Inmediatamente , Civilis y los centuriones se apresuraron a seguirle , rodeándole .
El romano , siempre en silencio , se aproximó a Jesús , obsevándole con curiosidad . El Maestro permanecia con la cabeza baja y las manos atadas a la espalda . Sus cabellos , revueltos por el fuerte viento , ocultaban en parte las excoriaciones de su rostro .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al pco vi aparecer por el arco de la muralla al grupo que encabezaba Caifás . Inmediatamente detrás de éste , Jesús , el mercenario romano que le había custodiado durante toda la noche , Juan Zebedeo y los levitas y criados del Sanedrín
Al llegar al pie de la escalinata , los saduceos se detubieron y , en griego , advirtieron al gobernador de que su religión les impedía dar un solo paso más . Poncio miró a Civilis y con un gesto de disgusto avanzó hasta situarsen en el filo mismo de los peldaños . Una vez allí y en tono desabrido , les preguntó igualmente en griego :
- ¿ Cuáles son las acusaciones que tenéis contra este hombre ?
Los jueces intercambiaron una mirada y , a una orden de Caifás , uno de los saduceos respondió .
- Si este hombre no fuera un malhechor no te lo hubiéramos traido...
Poncio guardó silencio . Sujetó su manto y comenzó a descender las escaleras . Inmediatamente , Civilis y los centuriones se apresuraron a seguirle , rodeándole .
El romano , siempre en silencio , se aproximó a Jesús , obsevándole con curiosidad . El Maestro permanecia con la cabeza baja y las manos atadas a la espalda . Sus cabellos , revueltos por el fuerte viento , ocultaban en parte las excoriaciones de su rostro .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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