Civilis hizo una señal al soldado que custodiaba al rabí y ambos , en compañia de Juan Zebedeo y de algunos de los domésticos del Sanedrín , siguieron a Pilato y a los oficiales .
Caifás y los jueces permanecieron en el patio . La contrariedad reflejada en sus rostros ponía de manifiesto su fustrado deseo de acompañar a Jesús de Nazaret y asistir al interrogatorio privado . Oero su propio fanatismo religioso acababa de jugarles una mala pasada ( por supuesto , dudo mucho que Pilato hubiera autorizado su presencia en el citado interrogatorio ) .
Al cruzar junto a mí , el procurador me hizo un gesto , invitándome a que acompañase .
- Dime , Jasón - me preguntó Poncio mientras atravasábamos el hall en dirección a la escalinata frontal -, ¿ conoces a este mago ? ... ¿ Crees que puede resultar un << zelota >> ?
Aquél fue un momento especialmente delicado para mí . Hubiera sido suficiente unas pocas explicaciones para inclinar definitivamente la balanza del inestable gobernador a favor del Maestro . Pero aquél no era mi cometido . Y respondí a su pregunta con otra pregunta :
- Tengo entendido que tus hombres fueron destacados anoche hasta una finca en Getsemaní y con el propósito de registrar un posible campamento << zelota >> . ¿ Encontraron a esos guerrilleros ?
El gobernador , a quien le costaba trabajo subir los 28 escaleras , se detuvo jadeante .
- Y tú ¿ cómo sabes eso ?
Mientras Civilis derigía al Nazareno y al reducido grupo por un luminoso corredor de mármol númida sembrado a derecha e izquierda de estatuas que descansaban sobre pedestales de Carrara , tranquilicé a Poncio , narrándole mi << casual >> encuentor con los soldados que perseguían a uno de los simpstizantes del << mago >>
Poncio me confesó entonces que sus informes sobre el tal Jesús de Nazaretse remontaban a años atrás , especialmente desde que uno de sus centurionesle confesó cómo aquel mago había curado a uno de sus sirvientes másqueridos , e Cafarnaún . Poco a poco, Poncio Pilato había ido reuniendo datos y confidencias suficientes como para saber si aquel grupo que encabezaba el rabí era o no peligroso desde el único punto que podía interesarle : el de la revelión contra Roma .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Caifás y los jueces permanecieron en el patio . La contrariedad reflejada en sus rostros ponía de manifiesto su fustrado deseo de acompañar a Jesús de Nazaret y asistir al interrogatorio privado . Oero su propio fanatismo religioso acababa de jugarles una mala pasada ( por supuesto , dudo mucho que Pilato hubiera autorizado su presencia en el citado interrogatorio ) .
Al cruzar junto a mí , el procurador me hizo un gesto , invitándome a que acompañase .
- Dime , Jasón - me preguntó Poncio mientras atravasábamos el hall en dirección a la escalinata frontal -, ¿ conoces a este mago ? ... ¿ Crees que puede resultar un << zelota >> ?
Aquél fue un momento especialmente delicado para mí . Hubiera sido suficiente unas pocas explicaciones para inclinar definitivamente la balanza del inestable gobernador a favor del Maestro . Pero aquél no era mi cometido . Y respondí a su pregunta con otra pregunta :
- Tengo entendido que tus hombres fueron destacados anoche hasta una finca en Getsemaní y con el propósito de registrar un posible campamento << zelota >> . ¿ Encontraron a esos guerrilleros ?
El gobernador , a quien le costaba trabajo subir los 28 escaleras , se detuvo jadeante .
- Y tú ¿ cómo sabes eso ?
Mientras Civilis derigía al Nazareno y al reducido grupo por un luminoso corredor de mármol númida sembrado a derecha e izquierda de estatuas que descansaban sobre pedestales de Carrara , tranquilicé a Poncio , narrándole mi << casual >> encuentor con los soldados que perseguían a uno de los simpstizantes del << mago >>
Poncio me confesó entonces que sus informes sobre el tal Jesús de Nazaretse remontaban a años atrás , especialmente desde que uno de sus centurionesle confesó cómo aquel mago había curado a uno de sus sirvientes másqueridos , e Cafarnaún . Poco a poco, Poncio Pilato había ido reuniendo datos y confidencias suficientes como para saber si aquel grupo que encabezaba el rabí era o no peligroso desde el único punto que podía interesarle : el de la revelión contra Roma .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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