jueves, 12 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - del 20 al 26 de octubre ( 2 )

La idea de mi compañero , además , nos permitió dormir . Los niños , atendidos y divertidos ante las ocurrencias del ingeniero , terminaron volviendo a su ciclo natural . Todos , en el tercer piso , lo agradecimos . Desde esos días , Eliseo fue el hombre más popular de la insula de Taqa .
Aquel cariño , sin embargo , le costaría caro ...
Todo , en definitiva , discurrió con relativa normalidad hasta el martes , 23 de octubre ...
En cierto modo, fue un día decisivo para nuestro trabajo como exploradores ...
Sí, el Destino , una vez más ...
Ocurrió hacia el medio día , poco antes de que Yu , el chino , golpeara la barra de hierro , anunciando el tiempo del almuerzo . Me hallaba - ¿ casualmente ? - ofreciendo agua al Maestro.
Entonces oímos gritos y otras tantas maldiciones . Jasús me devolvió el cazo de madera y dirigió la mirada hacia el nordeste , al otro lado del río Korazín . Su rostro se oscureció.
Otros operarios , igualmente alerados , interrumpieron las faenas y volvieron las cabezas hacia el lugar del que procedía el alboroto .
Jesús dio un par de pasos y se situó en el filo del foso.
A un centenar de metros , mas o menos , sobre el humeante e incendiado basurero de Nahum , quince o veinte individuos discutían acaloradamente . Era una de las habituales trifulcas . Ya estábamos acostumbrados . Aquellos infelices eran los tofet ( << esputos >> ) , Una despreciativa definición de los que trabajaban (?) en el tafat ( palabra aramea que significa << quemar >> y que era atribuida también a los basureros o gehenna , siempre ardiendo ) . Los rabinos y puristas de la Ley asociaban a estos marginados con lo más << impuro y execrable >>. Eran los << dueños >> de la gehenna . Todos los días la recorrían con sacos y canastas , rescatando lo que nadie quería . Con eso le alimentaban o negociaban . Como digo , las peleas estaban a la orden del día . Si dos tofet - hombres , mujeres  o niños - coincidían en la captura de un deperdicio , el resultado era siempre la agresión , hasta que uno de ellos cedía o quedaba malherido . ¡ Y pobre del << intruso >> que invadía su << territorio >> ! Lo normal es que fuera golpeado hasta la muerte .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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