domingo, 8 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 19 de octubre , viernes ( 39 )

Un extraño calor me recorrió el estómago . La palabra ur admitía varios significados . Era << fogón  >> o << fuego >> , y también << luz >> o << resplandor  exterior o interior >>  . Podía entenderse como << enamoramiento >> . Y así lo recibí .
Él lo sabía ...
Y ambos , turnándonos , agitamos el soplador , avivando el ur del hogar , sobre el que las mujeres debían preparar la cena del sábado , y el ur de mi corazón.
No hubo más palabras . No eran necesarias . Él como digo , lo sabía y , lo que era más importante , conocía el final ...
Aquel gesto - avivar el fuego del hogar - era otra señal de la << liberalidad >> de la familia que nos acogía . Para los muy religiosos , una vez iniciado el shabbath , el trabajo estaba rigurosamente prohibido . Así lo exigía Yavé en el Éxodo.Cualquier violación era castigada , incluso con la muerte . Sumé decenas de prohibiciones , algunas absurdas y ridículas , a las que espero dedicar atención más adelante . Una de ellas , justamente , era hacer o atizar el fuego . Los ortodoxos y judíos observantes de la Ley estaban obligados a la comoda fría , aunque , a la hora de la verdad , casi nadie lo cumplía . Era tan simple como encender el fuego antes de la puesta del sol y lograr que se mantuviera encendido con la ayuda de alguien no judío . Para eso estaban , por ejemplo , los << iluminadores >> . Por unas monedas ingresaban en las casas y hacían lo que los rigoristas no querían hacer . El pecado - decían - lo cometían los paganos ...
La mayor parte del pueblo , sin embargo - como sucedía con la familia del Maestro -, no llegaba a esos extremos y , mucho menos , en la Galilea . La gente respetaba el sábado - no trabajaba -, pero se comportaba con sentido común . Aguardaban los toques de trompeta ( generalmente , tres ) para dejar sus ocupaciones . El primero advertía a los felah o campesinos para que interrumpieran las labores del campo . El segundo era el aviso a los comerciantes judíos . Y los propiearios de las tabernae cerraban las puestas de los negocios . El último toque alertaba a las mujeres : era el momento de encender la llama sagrada que debería preidir la casa durante toda la jornada .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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