martes, 24 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - del 28 de octubre al 4 de noviembre ( 37 )

Y mostrando la palma de la mano izquierda , en la que se leía el << tatuaje >> , clamó :
- ¡ Suyo ! ... ¡ Soy del Santo ! ... ¡ Oh , Eterno , tú que salvas a los que buscan ! ... ¡ Mirad mi mano!...
¿ Quién como yo ?
Uno de los sacerdotes cuchicheó al oído del más próximo . Ambos asintieron con la cabeza .
- ... Él me guarda de los ímpios que me acosan y de los enemigos ensañados que me cercan ...
Y dirigió el dedo índice izquierdo hacia los ilustres visitantes .
Aquello empezó a calentarse .
-...Están ellos cerrados en su grasa . Hablan con la arrogancia en la boca ... Avanzan contra mí ... Ya me cercan , me clavan sus ojos para tirarme al suelo ...
¿ Qué hacía ? ¡ Estaba recitando , a su manera , el Salmo 17 ! Lo utilizaba contra los recién llegados
Temí lo peor . Yehohanan carecía de tacto .
- ¡ Levantaté , oh , Santo ! ... ¡ Hazle frente ! ... ¡ Derribalo ! ... ¡ Libera con tu espada mi alma del ímpio !
Los << Impecables >> , dándose por aludidos , se removieron molestos .
-... ¡ Más yo , en la justicia , contemplaré tu rostro ! ... ¡ Al despertar me artaré de tu imagen !
Los acampados , igualmente atónitos , no se atrevían ni a respirar.
Y el Anunciador prosigió con los ataques , gesticulando y centrando su ira en la representación del Templo . Grave error ...
- ... Si brotan como hierba los ímpios , si florecen todos los agentes del mal ... ¡ es para ser destruidos por siempre !
Ahora acudía al Salmo 92 . Su memoria - tenía que reconocerlo - era prodigiosa .
-... ¡ Pero yo soy de Él ... Y asistiré a la derrota ... ¡ Mira cómo tus enemigos perecen ! ... ¡Tú eres el Dios de la cólera y de la venganza ! ... ¡ Tú levantarás mi frente como la del búfalo ! ... ¡ Tú derramarás sobre mí aceite nuevo !
Judas , entusiasmado , alzó la sica y proclamó el nombre del Anunciador . Algunos de los discípulos lo imitaron . Fueron los menos . Nadie , entre los acampados , pronunció un solo Yehohanan .
El Flauta dio un paso al frente , dispuesto a entrar en el agua . El sacerdote que había cuchicheado se lo impidió , reteniendolo . Y el de la túnica verde , furioso , golpeó la tierra con el bastón de clavos .
Abner , impotente , aparecía pálido .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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