viernes, 27 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - 4 de noviembre , domingo ( 2 )

Penseé en los antioxidantes  . Las tabletas de dimetilglicina eran esenciales para combatir el exceso de óxido nitroso del cerebro . Cualquier descuido , en este sentido , era peligroso .
Quizá exageraba . Quizá había empezado a dejar volar la imaginación , como siempre . Quizá Yehohanan sólo pretendía mostrarme algo . Después regresaría a Salem , a la casa del sabio Saúl . Quizá ...
La distancia de Enaván al filo de la jungla era , poco más o menos , de dos kilómetros . Al llegar al enredado boscaje , sin dudarlo , el Anunciador  evitó la pared de espinos y árboles y prosiguió hacia el sur , en paralelo a la bóveda vegetal que prosperaba a expensas del río Jordán . Respiré con cierto alivio . Aquella jungla , siempre en penunbra , aparentemente cerrada e impracticable , de la que procedían toda suerte de sonidos , no era de mi agrado .
Yehohanan continuó la marcha por el tímido senderillo , ahora en tierra de pastos . Instintivamente tomé referencias . Por nuestra derecha , en la distancia , corría el camino principal , el que habíamos recorrido en nuestro peregrinaje hacia Damiya . Parecía claro que el predicador trataba de evitar cualquier contacto con sus semejantes . ¿ Semejantes ? Yehohanan , a decir verdad , era un ejemplar único . Los dos metros de altura , la larga cabellera rubia , ahora oscilante , y la estranbótica vestimenta - un ancho cinto de cuero negro y un saq o taparrabode piel de gacela - hacían de él un individuo muy poco común . Y me pregunté por enésima vez : ¿ qué hacía yo tras los pasos de aquel hombre ?
De pronto se detuvo . Depositó la colmena sobre el terreno y , girando el cuerpo hacia quien esto escribe , llevó el dedo índice izquierdo a los labios , solicitando silencio . Miré a mi alrededor , intrigado . No acerté a distinguir persona o animal . Nos hallábamos solos , en un terreno abierto . Una súbita ráfaga de viento golpeó el talith de pelo humano que lo cubría y poco faltó para que el << chal >> se precipitara sobre el pasto . Y la lluvia hizo acto de presencia , en un primer momento moderada . El cielo , negro , estaba avisando ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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