domingo, 8 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 19 de octubre , viernes ( 41 )

Detrás entraron Esta , sin los hijos , y Ruth...
Ella , con el cabello recogido , los ojos levemente sombreados y la túnica azul que tanto me gustaba...
Sobre su pecho colgaba un amphoriskos , una minúscula esfera de alabastro en el que las mujeres acostumbraban a guardar perfume . El cuello largo y fino permitía verter la esencia gota a gota . Estaba realmente bella ...
En cuestión de minutos , todo quedó listo para la celebración de la cena del ahbbath . Ni Eliseo ni yo tuvimos que hacer nada . No lo permitieron.
Tras el obligado lavado de manos , Santiago , como cabeza de familia , nos invió a tomar asiento sobre las esteras , en el nivel inferior . Como ya informé en su momento , hacía años que Jesús había traspasado el cargo y las responsabilidades como jefe de familia a su hermano Santiago , el mayor de los varones después del Maestro .
Y así lo hicimos , siguiendo las indicaciones del anfitrión.
El Galileo fue el primero en sentarse , << a las doce >> , digamos , de mi posición . Formamos un círculo . De acuerdo con el sentido de las agujas del reloj , Santiago se sentó a la izquierda de su Hermano . Eliseo ocupó el siguiente lugar y yo me senté  a continiación , frente a Jesús . Las mujeres siguieron trasteando , subiendo y bajando de uno a otro nivel . Esta depositó una bandeja de madera sobre las esteras , en el centro del todavía incompleto círculo . Contenía dos panes de trigo  o jalot y ocho copas de barro , una de ellas más alta y ancha . Acto seguido , la embarazada se acomodó en silencio entre su esposo y el ingeniero .
Santiago reclamó a la madre y a Ruth . Ambas acudieron al punto . La Señora se hizo con la lucerna con la que había entrado en la sala y la dejó cuidadosamente entre las copas . Se lo agradecí . Ahora la visión era más cómoda ...
Supongo que fue casualidad . ¿ O no? Pero ¿ desde cuándo creo yo en la casualidad ? No , no fue casualidad ...
Ella se sentó a mi izquierda . Mejor dicho , se arrodilló . Y aquel incontrolable << fuego >> ascendió por mi vientre . No me atreví a mirarla . El perfume a jazmín me hizo volar ...
La Señora cerró el círculo , arrodillándose también a la izquierda de Ruth , la << pequeña ardilla >>.
 Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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