domingo, 15 de enero de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 27 de octubre , sábado ( 6 )

 Los lugareños , casi todos felah o campesinos , se ofrecieron a darme toda suerte de explicaciones  . El vidente  acampaba hacia el este , a no mucha distancia del pueblo . La llegada de Yehohanan y los suyos había trastornado , hasta cierto punto , la monótona y lineal rutina de la zona . Todos se hacían lenguas sobre la figuara , espectacular , del << profeta >> y sobre sus métodos y palabras , nunca visto en aquellos apartados parajes . Y , como siempre , las opiniones estaban divididas . La mayoría no sabían qué pensar . Unos lo criticaban y otros lo defendían .
Lo cierto es que opté por buscar alojamiento en Salem . Según sus vecinos , Yehohanan hacía días que no daba señales de vida . Lo vieron rodear la espesa selva del Jordán y perderse en dirección al Querit , uno de los afluentes orientales . Recordaba muy bien aquella actitud esquiva . ¿ Tamnién aquí buscaba la soledad ?
Y , como digo , elegí Salem . No quería precipitarme . Tenía que actuar con calma . Tiempo habría para reunirme con el Anunciador .
Uno de los amables felah me condujo hasta la casa de Abá Saúl . Él , seguramente , podría proporcionarme lo que necesitaba . Sólo requería un rincón en el que poder dormir y , quizá , alguien con quien hablar : Acerté .
Abá o << padre >> Saúl era un anciano venerable . Había sido escriba y doctor de la Ley en Jerusalén . Ahora , cansado , esperaba la muerte en aquel escondido rincón , dedicado a su mujer , a sus << hijos >> y al cultivo de un pequeño huerto . Todos lo saludaban con reverencia y lo llamaban rby ( << mi señor >> ). Aquel rabí había logrado la categoría de hakam o << doctor ordenado >> , la máxima dignidad entre los expertos en la Ley . Era un profesional de los libros ( lo que llamaban un swpr ).
Disponía de una casita tan humilde como su mirada . Vivía en compañía de Jaiá , su esposa , igualmente anciana , y de sus << hijos >> , los libros . Colgaban en las paredes , dormían en las arcas o se apretaban en los rincones , entorpeciendo el paso del matrimonio .
Curioso Destino ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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