Algunos de los presentes estuvieron de acuerdo con el sabio . Otros se opusieron . Y Yu continuó :
- Pero el conde replicón : Y tú , ¿ No te das cuenta de que , aunque yo muera , otros proseguiran la tarea ? A mis nietos les seguiran los bisnietos y , a éstos , les sucederan otros nietos , que engendrarán más bisnietos . Los montes , sin embrago no creceran . >>
Hequ , confundido , guardó silencio ... Y los dioses , asombrados , enviaron a un kui llamado Kuae , con sus dos hijos . Este pratiarca movía las rocas con el pensamiento ... Así que pude rebajar las montañas en poco más de un suspiro...
La parroquia jaleó la hazaña del kui . Y Yu remató la primera de las historias :
- ¿ Quién creéis que fue el auténtico kui ?
Las opiniones se dividieron . Unos defendían defendíanal patriarca . Otros se inclinaron por el conde . El Maestro , tan complacido como Yu , miraba a los encendidos participantes y aguardó la respuesta del chino . Entonces , el fiel Kasil , que se hallaba a mi lado , comentó :
- El kui eres tú , Yu..
Se hizo el silencio . Aquello era nuevo . Y Yu exigió una explicacion .
Mover montañas con el pensamiento lo hace cualquiera . Convencernos de que eso es posible y necesario en lo difícil ...
El Maestro y Yu sonrieron con evidente satisfacción . Kesil tenía algo especial . Siempre lo creí . El beso de Jesús , en el basurero de Nahm , fue una señal . El mundo , ahora lo sé , funciona con señales . Dios , el Padre , las proporciona , aunque no las solicitemos . Y Kasil fue una señal en el camino ...Pero sigamos con los kui .
Según Yu , todos debíamos vigilar las montañas . Un buen ciudadano , un buen kui , saba leer en ellas . Si el monte << se va >> , o << desaparece a hurtadillas >> , algo no va bien en ese reino , algo está a punto de cambiar para mal .
Las palabras del naggar tenían un efecto fulminante . A la mañana siguiente , los leñadores observaban las colinas con atención , y suspiraron aliviados . No se habian movido . Y fieles a los consejos de Yu , mimaban la naturaleza , << para que no cambiara de lugar >> . Éste era el poder de la imaginación ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Pero el conde replicón : Y tú , ¿ No te das cuenta de que , aunque yo muera , otros proseguiran la tarea ? A mis nietos les seguiran los bisnietos y , a éstos , les sucederan otros nietos , que engendrarán más bisnietos . Los montes , sin embrago no creceran . >>
Hequ , confundido , guardó silencio ... Y los dioses , asombrados , enviaron a un kui llamado Kuae , con sus dos hijos . Este pratiarca movía las rocas con el pensamiento ... Así que pude rebajar las montañas en poco más de un suspiro...
La parroquia jaleó la hazaña del kui . Y Yu remató la primera de las historias :
- ¿ Quién creéis que fue el auténtico kui ?
Las opiniones se dividieron . Unos defendían defendíanal patriarca . Otros se inclinaron por el conde . El Maestro , tan complacido como Yu , miraba a los encendidos participantes y aguardó la respuesta del chino . Entonces , el fiel Kasil , que se hallaba a mi lado , comentó :
- El kui eres tú , Yu..
Se hizo el silencio . Aquello era nuevo . Y Yu exigió una explicacion .
Mover montañas con el pensamiento lo hace cualquiera . Convencernos de que eso es posible y necesario en lo difícil ...
El Maestro y Yu sonrieron con evidente satisfacción . Kesil tenía algo especial . Siempre lo creí . El beso de Jesús , en el basurero de Nahm , fue una señal . El mundo , ahora lo sé , funciona con señales . Dios , el Padre , las proporciona , aunque no las solicitemos . Y Kasil fue una señal en el camino ...Pero sigamos con los kui .
Según Yu , todos debíamos vigilar las montañas . Un buen ciudadano , un buen kui , saba leer en ellas . Si el monte << se va >> , o << desaparece a hurtadillas >> , algo no va bien en ese reino , algo está a punto de cambiar para mal .
Las palabras del naggar tenían un efecto fulminante . A la mañana siguiente , los leñadores observaban las colinas con atención , y suspiraron aliviados . No se habian movido . Y fieles a los consejos de Yu , mimaban la naturaleza , << para que no cambiara de lugar >> . Éste era el poder de la imaginación ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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