martes, 21 de marzo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - 31 de ciciembre , lunes ( 3 )

Al poco  de iniciar el ascenso , en el calvero que llamábamos del << pelirrojo >> , empezó a llover . Kesíl se apresuró a rescatar los aba , o capotes de agua , y proseguimos a buen ritmo . Aquella nueva aventura me puso a prueba . A pesar del envejecimiento súbito >> , las fuerzas , como ya informé en otro momento de este apresurado diario , no se quebrantaron .
Kesil habló poco . Si instinto la advirtió . Mi actitud , poco comunicativa , no era normal . Algo me sucedía . Algo le ocurría igualmente  a Eliseo . pero el hombre , siempre prudente , no preguntó . En el fondo , lo agradecí .
Y durante buena parte del camino fui repasando la situación . Y llegué a un punto que casi no había planteado : si el ingeniero era víctima de un percancae , si perdía la memoria , por ejemplo , o , en el peor de los casos , si fallecía , ninguno de los dos podríamos retornar a nuestro << ahora >> . Era vital que tuviera acceso a la contraseña , aceptando que la hubiera ...
¡ Eliseo muerto amnésico ? Jamás lo imaginé . Sentí pánico . Nada de aquello estaba previsto . Tenía que llegar a él y arrancarle el santo y seña de la SNAP 27 . Pero ¿ Como lograrlo ? El ingeniero era muy inteligente , mucho más que este estúpido e ingenuo explorador . ¿ Suplicarle ? No era mi estilo. Nunca lo haría . ¿ Obligarlo ? . Yo lo sabía : llegado ese instante , a pesar de mis anteriores pensamientos , no tendría valor . Jamás lo torturaría . Ni a él , ni a nadie . Entonces ...
No hallé la solución .
Quizá , lo primero era localizarlo y esperar a que se explicarse .
Pero estos buenos deseos se esfumaban a la misma velocidad a la que aparecían .
¡ Lo destrozaría ! , pensaba a reglón seguido . ¡ Lo aplastaría ! ¡ Lo torturaría !
Y así me debatí , entre lo deseable y lo irracional , hasta que nos desviamos de la senda principal y tomamos el caminillo que trepaba hacia Jaraba .
Nos hallábamos en el tiempo previsto . Quizá fuera la hora quinta ( hacia las once ) . Sólo la lluvia - y mis tortuosas reflexiones - habia dificultado el camino .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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