Si las circunstancias no hubieran sido tan rígidas , seguramente habría intentado satisfacer una íntima curiosidad : examinar la oreja y el hombro derechos del inipotuno siervo .
Pero no tuve más remedio que dominarme . << Quizá haya una tercera ocasión >> , me dije a mi mismo . De todas formas , mientras Eleazar , el capitan de los guardias , daba instrucciones a los desarrapados , pude aclarar otro interesante extremo . Aquellos individuos no eran en realidad unos sirvientes , en el sentido que podemos atribuir hoy a tal calificativo . El descarado orificio en el lóbulo de la oreja derecha del segundo personaje revelaba a las claras que se trataba de esclavos . En este caso , esclavos paganos . ( Procuraré , más adelante , adentrarme en el tenebroso y poco conocido mundo de la esclavitud en Israel en los tiempos de Cristo y a la que , incomprensiblemente , Jesús no prestó una excesiva atención )
El caso es que , ante mi sorpresa y desconcierto , el jefe del Templo cedió la tea a Malco y , éste , en compañía del segundo esclavo y de tres de los levitas de túnicas verdes , descendieron los peldaños , dirigiéndose a la boca del sepulcro . El Capitan ordenó que fueran recogidos los mantos , garrotes y marmita de la patrulla que había prestado servicio frente a la tumba , y , acto seguido , bajó al callejón , introdiciéndose en la cripta . Por lo que pude apreciar , sólo los esclavos y el jefe de aquel nuevo pelotón entraron en la cueva . Este último , por cierto , se deslizó por la estrecha abertura con unas precauciones que se me antojaron tan absusdas como excesivas . Los tres levitas restantes se mantuvieron frente a la fachada , custodiando el acceso al interior .
La explicación a la casi teatral manera de Eleazar de ingresar en el panteón - evitando por todos los medios el rozar siquiera la piedra circular que servía para clausurarlo - me fue dada por David quien , espontáneamente , rememoró una diatriba del Maestro :
- ¡ Sepulcros encalados !
¿ Qué habia querido decir el Zebedeo? Muy sencillo . La ley mosaica era estricta en lo que al contacto y a la contaminación con cadáveres se refería . En la Misná , por ejemplo , capitulo Ohalot se dicta entre otros , los siguientes preceptos , fundamentados en el libro de Números : << La piedra circular que cierra la tumba - reza el capítulo II - y las piedras de apoyo propagan impuerezas por contacto y bajo la tienda , aunque no porm transporte ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Pero no tuve más remedio que dominarme . << Quizá haya una tercera ocasión >> , me dije a mi mismo . De todas formas , mientras Eleazar , el capitan de los guardias , daba instrucciones a los desarrapados , pude aclarar otro interesante extremo . Aquellos individuos no eran en realidad unos sirvientes , en el sentido que podemos atribuir hoy a tal calificativo . El descarado orificio en el lóbulo de la oreja derecha del segundo personaje revelaba a las claras que se trataba de esclavos . En este caso , esclavos paganos . ( Procuraré , más adelante , adentrarme en el tenebroso y poco conocido mundo de la esclavitud en Israel en los tiempos de Cristo y a la que , incomprensiblemente , Jesús no prestó una excesiva atención )
El caso es que , ante mi sorpresa y desconcierto , el jefe del Templo cedió la tea a Malco y , éste , en compañía del segundo esclavo y de tres de los levitas de túnicas verdes , descendieron los peldaños , dirigiéndose a la boca del sepulcro . El Capitan ordenó que fueran recogidos los mantos , garrotes y marmita de la patrulla que había prestado servicio frente a la tumba , y , acto seguido , bajó al callejón , introdiciéndose en la cripta . Por lo que pude apreciar , sólo los esclavos y el jefe de aquel nuevo pelotón entraron en la cueva . Este último , por cierto , se deslizó por la estrecha abertura con unas precauciones que se me antojaron tan absusdas como excesivas . Los tres levitas restantes se mantuvieron frente a la fachada , custodiando el acceso al interior .
La explicación a la casi teatral manera de Eleazar de ingresar en el panteón - evitando por todos los medios el rozar siquiera la piedra circular que servía para clausurarlo - me fue dada por David quien , espontáneamente , rememoró una diatriba del Maestro :
- ¡ Sepulcros encalados !
¿ Qué habia querido decir el Zebedeo? Muy sencillo . La ley mosaica era estricta en lo que al contacto y a la contaminación con cadáveres se refería . En la Misná , por ejemplo , capitulo Ohalot se dicta entre otros , los siguientes preceptos , fundamentados en el libro de Números : << La piedra circular que cierra la tumba - reza el capítulo II - y las piedras de apoyo propagan impuerezas por contacto y bajo la tienda , aunque no porm transporte ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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