En menos de un segundo desaparecieron en la oscuridad . Y sus quejidos fueron distanciandose hasta que , al poco , el silencio volvió a dominar la quebrada .
- ¡ Jasón ! , ¡ responde !
Eliseo desesperado , insistía una y otra vez . Me dejé caer sobre uno de los cantos y , temblando de pies a cabeza , presioné el oído , explicándole lo ocurrido .
- ¡ Por mi vida que .... !
Con razón mi compañero se desahogó , tachandome de insconciente e insensato . Pero lo peor había pasado . la defensa ultrasónica y la <<piel de serpiente >> habían funcionando . la citada frecuencia , que podía ser forzada hasta 10 10 Herz, rayando caso los hipersonidos , resultaba fulminante entre determinadas especies animales ...
¿ He dicho que << lo peor había pasado >> ? ... Sí , ése fue mi pensamiento . Pero las << sorpresas >> en aquella madrugada no habían hecho más que empezar .
No había tiempo para contemplaciones . Así que , haciendo caso omiso de los descarados jirones que arruinaban el manto y la túnica , eché a caminar , presto a salir , de una vez por todas , de aquella funesta vaguada .
Apenas si faltaban doce minutos para el alba ....
<< ¿ Qué habría ocurrido en el huerto de José ? >>
Enredado en estas reflexiones , despues de remontar otros cien o ciento cincuenta pasos Cedrón arriba , comprendí que seguía perdiendo el tiempo . Y , en un arranque , renuncié a la búsqueda del sendero . Me eché a la izquierda , atacando la suave y breve ladera que conducía al muro oriental del Templo .
Al asomar a la estrecha explanada que corría paralela a la imponente muralla , una claridad malva ascendía ya por detrás del monte de los Olivos , segando estrellas y arrancando lejanos cantos entre los madugadores gallos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¡ Jasón ! , ¡ responde !
Eliseo desesperado , insistía una y otra vez . Me dejé caer sobre uno de los cantos y , temblando de pies a cabeza , presioné el oído , explicándole lo ocurrido .
- ¡ Por mi vida que .... !
Con razón mi compañero se desahogó , tachandome de insconciente e insensato . Pero lo peor había pasado . la defensa ultrasónica y la <<piel de serpiente >> habían funcionando . la citada frecuencia , que podía ser forzada hasta 10 10 Herz, rayando caso los hipersonidos , resultaba fulminante entre determinadas especies animales ...
¿ He dicho que << lo peor había pasado >> ? ... Sí , ése fue mi pensamiento . Pero las << sorpresas >> en aquella madrugada no habían hecho más que empezar .
No había tiempo para contemplaciones . Así que , haciendo caso omiso de los descarados jirones que arruinaban el manto y la túnica , eché a caminar , presto a salir , de una vez por todas , de aquella funesta vaguada .
Apenas si faltaban doce minutos para el alba ....
<< ¿ Qué habría ocurrido en el huerto de José ? >>
Enredado en estas reflexiones , despues de remontar otros cien o ciento cincuenta pasos Cedrón arriba , comprendí que seguía perdiendo el tiempo . Y , en un arranque , renuncié a la búsqueda del sendero . Me eché a la izquierda , atacando la suave y breve ladera que conducía al muro oriental del Templo .
Al asomar a la estrecha explanada que corría paralela a la imponente muralla , una claridad malva ascendía ya por detrás del monte de los Olivos , segando estrellas y arrancando lejanos cantos entre los madugadores gallos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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