Cuando me disponía a mostrarles el rollo con la firma y el sello del procurador , el << interprete >> , sin perder el tono autoritario , me ordenó que les acompañara .
Al franquear el parapeto de piedra y distinguir al fondo , al otro lado del puente levadizo , la monumental puerta coronada por un arco de medio punto y provista de dos sólidos batientes de madera , nuevos y estremecedores recuerdos acudieron a mi mente . ¡ Qué lejanas y próximas resultaban aquellas escenas de los interrogatorios de Pilato y de la enfurecida muchedumbre , clamando por la liberación de Barrabás .
Un nutrido grupo de legionarios apareció entonces bajo el portalón . vesttían también la indumentaria de campaña e iban provistos de sedos escudos rojos , rectangulares - de unos 80 centímetros de altura - y con la misma y hermosa águila amarilla que había contemplado en ocasiones precedentes , decorando el umbón o protuberancia central. Avanzaron con ciertas prisas y en el filo mismo del foso se unieron a mis tres guardianes . Cambiaron algunas palabras y , sin dejar de observarme , se pusieron nuevamente en movimiento , conminándome a cruzar con ellos el puente de gruesos troncos y a penetrar en el interior de la fortaleza .
Hasta esos momentos - casi las seis de la madrugada - la esquiva suerte sólo nos había proporcionado disgusto tras disgusto ...
Y , resignado , me dejé conducir .
Al cruzar la muralla pensé que la patrulla se dirigía hacia la terraza donde Poncio había intentado administrar justicia - desde la silla curul - en la mañana del viernes . No fue así . Nada más pisar el ancho patio y los blancos cantos rodados que lo empedraban , los legionarios se detuvieron . Y dos de ellos se destacaron hasta un cuartucho de adobe , adosado al muro y a la izquierda de la gran puerta practicada en la muralla que , al parecer , hacía las veces de << puesto de guardia >>.
Por un momento , en el silencioso desperezarse del amanecer , acudieron a mi mente los gritos de la multitud , congregada en aquel mismo recinto , reclamando la libertad de Barrabás , el revolucionario , y la ejecución del Maestro.
La fornida silueta de un suboficial , recortándose en la penunbra de la puerta del << puesto de guardia >> , disipó mis recuerdos . Era un optio , una especie de ayudante u hombre de confianza de los centuriones y responsable de la uigiliae o vigilancia nocturna en aquel sector . Vestía como los legionarios , con el gladius a la derecha y un pequeño puñal en el costado opuesto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al franquear el parapeto de piedra y distinguir al fondo , al otro lado del puente levadizo , la monumental puerta coronada por un arco de medio punto y provista de dos sólidos batientes de madera , nuevos y estremecedores recuerdos acudieron a mi mente . ¡ Qué lejanas y próximas resultaban aquellas escenas de los interrogatorios de Pilato y de la enfurecida muchedumbre , clamando por la liberación de Barrabás .
Un nutrido grupo de legionarios apareció entonces bajo el portalón . vesttían también la indumentaria de campaña e iban provistos de sedos escudos rojos , rectangulares - de unos 80 centímetros de altura - y con la misma y hermosa águila amarilla que había contemplado en ocasiones precedentes , decorando el umbón o protuberancia central. Avanzaron con ciertas prisas y en el filo mismo del foso se unieron a mis tres guardianes . Cambiaron algunas palabras y , sin dejar de observarme , se pusieron nuevamente en movimiento , conminándome a cruzar con ellos el puente de gruesos troncos y a penetrar en el interior de la fortaleza .
Hasta esos momentos - casi las seis de la madrugada - la esquiva suerte sólo nos había proporcionado disgusto tras disgusto ...
Y , resignado , me dejé conducir .
Al cruzar la muralla pensé que la patrulla se dirigía hacia la terraza donde Poncio había intentado administrar justicia - desde la silla curul - en la mañana del viernes . No fue así . Nada más pisar el ancho patio y los blancos cantos rodados que lo empedraban , los legionarios se detuvieron . Y dos de ellos se destacaron hasta un cuartucho de adobe , adosado al muro y a la izquierda de la gran puerta practicada en la muralla que , al parecer , hacía las veces de << puesto de guardia >>.
Por un momento , en el silencioso desperezarse del amanecer , acudieron a mi mente los gritos de la multitud , congregada en aquel mismo recinto , reclamando la libertad de Barrabás , el revolucionario , y la ejecución del Maestro.
La fornida silueta de un suboficial , recortándose en la penunbra de la puerta del << puesto de guardia >> , disipó mis recuerdos . Era un optio , una especie de ayudante u hombre de confianza de los centuriones y responsable de la uigiliae o vigilancia nocturna en aquel sector . Vestía como los legionarios , con el gladius a la derecha y un pequeño puñal en el costado opuesto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto