Al observar sus rostros fatigados y somnolientos deduje que se trataba de una de las patrullas , de servicio durante la cuarta y última vigilia de la noche . Para mi desgracia , había llegado en el peor momento : justo cuando aquellos legionarios iban a ser relevados . Su disgusto y contrariedad aparecían dibujados en la fuerte contracción de sus mandíbulas y en la mirada , enrojecida y acusadora .
Levanté mi brazo izquierdo , con la palma de la mono extendida , en señal de paz y sometimiento . Y al instante , el situado en el centro de la formación llevó su mano izquierda al costado derecho , desenvainando la espada : una hispanicus de cincuenta centímetros y doble filo .
Una corriente de fuego ma lastimó las entrañas . ¿ Qué se proponía aquel infante ?
El segundo toque de las siete trmpotas , advirtiendo la apertura de la célebre puerta de Nicanor , en el Templo , hizo dudaral legionario . Su gladius , a un palmo de mi esternón , destelló brevemente , aumentando mi ya copiosa suduración .
Con voz ronca y levantando la espada hasta mi garganta , el soldado pronunció unas palabras que no comprendí . Debía de tratarse de uno de los legionarios de la tropa auxiliar , integrada por tracios , sirios , germanos o españoles .
Negué con un leve gesto de mi cabeza , haciéndole ver que no entendía su lengua . Pero el infante , visiblemente alterado , repitió la pregunta en tono imperativo , clavando la punta de la hispanicus bajo mi barbilla .
- ¡ Jasón ! ...
Eliseo estaba a la escucha . Pero ¿ qué podía hacer en tan críticos momentos ? Sentí el afilado metal , hundiéndose ligeramente en mi piel y obligándome a levantar la cabeza . Saltaba a la vista que , ante el menor movimiento sospechoso , podía darme por muerto . Esforzándome por mantener la cabeza en tan violenta posición , replique en griego , con la esperanza de que alguno de los legionarios me comprendiera .
- Soy ... de Tesalónica ...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Levanté mi brazo izquierdo , con la palma de la mono extendida , en señal de paz y sometimiento . Y al instante , el situado en el centro de la formación llevó su mano izquierda al costado derecho , desenvainando la espada : una hispanicus de cincuenta centímetros y doble filo .
Una corriente de fuego ma lastimó las entrañas . ¿ Qué se proponía aquel infante ?
El segundo toque de las siete trmpotas , advirtiendo la apertura de la célebre puerta de Nicanor , en el Templo , hizo dudaral legionario . Su gladius , a un palmo de mi esternón , destelló brevemente , aumentando mi ya copiosa suduración .
Con voz ronca y levantando la espada hasta mi garganta , el soldado pronunció unas palabras que no comprendí . Debía de tratarse de uno de los legionarios de la tropa auxiliar , integrada por tracios , sirios , germanos o españoles .
Negué con un leve gesto de mi cabeza , haciéndole ver que no entendía su lengua . Pero el infante , visiblemente alterado , repitió la pregunta en tono imperativo , clavando la punta de la hispanicus bajo mi barbilla .
- ¡ Jasón ! ...
Eliseo estaba a la escucha . Pero ¿ qué podía hacer en tan críticos momentos ? Sentí el afilado metal , hundiéndose ligeramente en mi piel y obligándome a levantar la cabeza . Saltaba a la vista que , ante el menor movimiento sospechoso , podía darme por muerto . Esforzándome por mantener la cabeza en tan violenta posición , replique en griego , con la esperanza de que alguno de los legionarios me comprendiera .
- Soy ... de Tesalónica ...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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