Al instante , los aullidos cesaron y una de las alimañas , gruñendo sordamente , levantó sus largas y puntiagudas orejas , mostrándome unos afilados y húmedos colmillos . Luché por desatar la bolsa ...
- ¡ Oh Dios .... !
Aquella bestia tensó sus nervudao corvejos y se arrancó , saltando como un rayo sobre mi cuallo .
Em un movimiento reflejo interpuse mi brazo izquierdo , inclinándome hacia atrás instintivamente .
- ¡ Jasón ! .... ¡ Responde !...
Las fauces hicieron presa en mi muñeca , cerrándose como un cepo sobre mi piel . Mejor dicho , sobre la << piel de serpiente >> Y a los pocos segundos , con un crujido , algunos de los colmillos saltaron por los aires . El animal , ciego en su salvaje ataque siguió revolviéndose en tierra sin soltar su presa .
- ¡ Maldita sea ! ... ¡ jasón !
Aterrorizado , con los músculos como piedras , forcejeé por librarme de sus mandíbulas . Pero la situación vino a complicarse cuando el segundo chacal o perro salvaje , intutendo quizá que su hermano había logrado inmovilizar parcialmente a la victima , se precipitó hacia mi costado derecho , propinandome toda suerte de dentelladas en el muslo y bajo vientre .
En algunos de sus furiosos embates , el último chacal desgarró parte de la túnica y el manto .
Traté de golpearlos con la base de la << vara >> , pero sus continuos ataques y retrocesos y los fuertes tirones del primero hacían imprecisos mis golpes y patadas.
tenía que arriesgarme . Y , bañado en sudor , casi sin aliento , apunté el extremo superior del bastón en dirección al cráneo del que bregaba , entre espumarajos y gruñidos , por quebrar mi muñeca izquierda . El disposirivo ultrasónico de defensa falló en los primeros intentos . E inclinándome hasta percibir el nauseabundo olor de, la fiera , aproximé la banda negra de la << vara >> a un palmo de la base de su cabeza . El segundo animal , en un nuevo y frenético ataque , se había levantado sobre sus cuartos traseros , hundiendo sus fauces y sus falciformes y aceradas uñas en mi brazo y costado . Y sus colmillos y garras corrieron idéntica suerte que los del primero...
Esta vez hubo suerte . Y el haz de ondas penetró por uno de los ojos de la bestia . Al recibir la << descarga >> de 21 00 Herz, emitió un lastimero y corto sonido , soltando mi brazo.
- ¡ Jasón ! ... ¡ Jasón !
Dolorido , el segundo chacal saltó hacia atrás , huyendo precipitadamente y , al igual que el que había recibido los ultrasonidos , lloriqueando y gimiendo y con la larga cola entre las patas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¡ Oh Dios .... !
Aquella bestia tensó sus nervudao corvejos y se arrancó , saltando como un rayo sobre mi cuallo .
Em un movimiento reflejo interpuse mi brazo izquierdo , inclinándome hacia atrás instintivamente .
- ¡ Jasón ! .... ¡ Responde !...
Las fauces hicieron presa en mi muñeca , cerrándose como un cepo sobre mi piel . Mejor dicho , sobre la << piel de serpiente >> Y a los pocos segundos , con un crujido , algunos de los colmillos saltaron por los aires . El animal , ciego en su salvaje ataque siguió revolviéndose en tierra sin soltar su presa .
- ¡ Maldita sea ! ... ¡ jasón !
Aterrorizado , con los músculos como piedras , forcejeé por librarme de sus mandíbulas . Pero la situación vino a complicarse cuando el segundo chacal o perro salvaje , intutendo quizá que su hermano había logrado inmovilizar parcialmente a la victima , se precipitó hacia mi costado derecho , propinandome toda suerte de dentelladas en el muslo y bajo vientre .
En algunos de sus furiosos embates , el último chacal desgarró parte de la túnica y el manto .
Traté de golpearlos con la base de la << vara >> , pero sus continuos ataques y retrocesos y los fuertes tirones del primero hacían imprecisos mis golpes y patadas.
tenía que arriesgarme . Y , bañado en sudor , casi sin aliento , apunté el extremo superior del bastón en dirección al cráneo del que bregaba , entre espumarajos y gruñidos , por quebrar mi muñeca izquierda . El disposirivo ultrasónico de defensa falló en los primeros intentos . E inclinándome hasta percibir el nauseabundo olor de, la fiera , aproximé la banda negra de la << vara >> a un palmo de la base de su cabeza . El segundo animal , en un nuevo y frenético ataque , se había levantado sobre sus cuartos traseros , hundiendo sus fauces y sus falciformes y aceradas uñas en mi brazo y costado . Y sus colmillos y garras corrieron idéntica suerte que los del primero...
Esta vez hubo suerte . Y el haz de ondas penetró por uno de los ojos de la bestia . Al recibir la << descarga >> de 21 00 Herz, emitió un lastimero y corto sonido , soltando mi brazo.
- ¡ Jasón ! ... ¡ Jasón !
Dolorido , el segundo chacal saltó hacia atrás , huyendo precipitadamente y , al igual que el que había recibido los ultrasonidos , lloriqueando y gimiendo y con la larga cola entre las patas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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