Enfurecido , salió al paso del jefe de la patrulla , exigiéndole los lienzos . Eleazar le apartó brusacamente . Fueron segundos de especial tensión . David llevó su mano izquierda a la empuñadura , pero , antes de que la espada llegara a deslizarse en la vaina de madera , los levitas que nos rodeaban clavaron los hierros de sus lanzas en nuestros riñones y vientres .
Las protestas del anciano sanedrita fueron estériles . Y , cumplida su misión , los soldados del sumo sacerdote se dispusieron a abandonar el huerto . Antes , a empellones y bajo la continua amenaza de las jabalinas , el hortelano , David y yo fuimos forzados aretirarnos hacia el sendero de salida de la plantación . Pero el de Arimatea , que no retrocedía ante las dificultades , volvió a encararse con el capitán . Y señalando al viejo de la túnica de lino , le recordó que aquélla era su propiedad y que estaba obligado , cuando menos , a levantar acta de lo confiscado . Éste , conocido por el nombre de Johanan ben Zakkai , asintió parsimoniosamente . El jefe del Templo cedió y , a una señal suya , los levitas nos obligaron a regresar a la explanada . ibamos a servir de testigos .
El siervo que sostenía el hato de ropas lo arrojó al suelo y , al instante , tras consultar a Eleazar , se apresuró a deshacerlo . Tanto el capitán como los esbirros retrocedieron varios pasos , como movidos por un resorte . Y el anciano , despues de asegurarse que su sombra y las de los levitas no eran proyectadas sobre el lío funerario , fue a sentarse a la turca frente a las prendas que estaban siendo requisadas . Situó la caja rectangular sobre los muslos y , en silencio , recreándose en lo que sin duda constituía todo un ceremonial , procedió a abrirla . Quedé fascinado . Se trataba de una especie de módulo , chapeado en fina madera , con dos huecos redondos en uno de sus extremos . En ellos se almacenaban los panes de colores solidificados . Uno negro y otro rojo . Posiblemente se trataba de hollín y ocre , mezclados con goma , que se diluían en agua a la hora de emplearlos . ( Algo similar a nuestra tinta china , que permitía fáciles lavados y , naturalmente , toda suerte de falsificaciones . ) La masa rojiza se obtenía también de la sikra , un polvo que resultaba de la molienda de cochinillas y que , en muchas ocasiones , era igualmente aprovechado por las hebreas como cosmético.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Las protestas del anciano sanedrita fueron estériles . Y , cumplida su misión , los soldados del sumo sacerdote se dispusieron a abandonar el huerto . Antes , a empellones y bajo la continua amenaza de las jabalinas , el hortelano , David y yo fuimos forzados aretirarnos hacia el sendero de salida de la plantación . Pero el de Arimatea , que no retrocedía ante las dificultades , volvió a encararse con el capitán . Y señalando al viejo de la túnica de lino , le recordó que aquélla era su propiedad y que estaba obligado , cuando menos , a levantar acta de lo confiscado . Éste , conocido por el nombre de Johanan ben Zakkai , asintió parsimoniosamente . El jefe del Templo cedió y , a una señal suya , los levitas nos obligaron a regresar a la explanada . ibamos a servir de testigos .
El siervo que sostenía el hato de ropas lo arrojó al suelo y , al instante , tras consultar a Eleazar , se apresuró a deshacerlo . Tanto el capitán como los esbirros retrocedieron varios pasos , como movidos por un resorte . Y el anciano , despues de asegurarse que su sombra y las de los levitas no eran proyectadas sobre el lío funerario , fue a sentarse a la turca frente a las prendas que estaban siendo requisadas . Situó la caja rectangular sobre los muslos y , en silencio , recreándose en lo que sin duda constituía todo un ceremonial , procedió a abrirla . Quedé fascinado . Se trataba de una especie de módulo , chapeado en fina madera , con dos huecos redondos en uno de sus extremos . En ellos se almacenaban los panes de colores solidificados . Uno negro y otro rojo . Posiblemente se trataba de hollín y ocre , mezclados con goma , que se diluían en agua a la hora de emplearlos . ( Algo similar a nuestra tinta china , que permitía fáciles lavados y , naturalmente , toda suerte de falsificaciones . ) La masa rojiza se obtenía también de la sikra , un polvo que resultaba de la molienda de cochinillas y que , en muchas ocasiones , era igualmente aprovechado por las hebreas como cosmético.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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