El Mádico señaló entonces una batería de cestillos de paja descolorida , repletos de las más diversas hierbas : romero , hisopo , centinodia , ruda , << camarillo de pastor >> o bignonia ....
- Son excelentes contra las enfermedades del vientre ... También tengo << agua de Dekarim >>.
Al preguntarle sobre aquel remedio , el judío me indicó que se extraía de la raiz de ciertas palmeras . Pero , celoso de sus conocimientos , me rogó que comprendiera su parca explicación .
- ¿ Padeces de palpitaviones ? ¡ Tengo lo mejor !
Y echando mano de un picudo cántaro , me animó a que lo examinara . Un nauseabundo olor a leche cuajada me hizo torcer el gesto . El médico sonrió .
- Es una mezcla de cebada mojada y leche de camella cuajada ... puede probarlo.
Me negué en redondo .
Y el artesano , médico - curandero - inasequible al desaliento -, prosiguió la enumeración del género que tenía a la vista :
- ¿ Cataplasmas de salmuera de pescado para el reumatismo ? ¿ Ajo o raiz de parietaria para el dolor de muelas ? ¿ Sal o levadura para las encias ? ¿ O gustas de un pellizco de mandrágora ?
Me hizo un guiño , añadiendo que aquella solanácea - tan parecida a la belladona - podía << estimular mi fuerza sexual >>...
- ¿ Tienes padres ?
No me dejó contestarle .
- Este extracto de hígado es lo indicado para curar la catarata ... También dispongo de ventosas , colirios contra la dureza del sol ...
Agotado su repertorio , concluyó , mostrándome una afilada daga .
- Si no has cumplido aún los cuarenta , puedes practicarte una beneficiosa sangría cada treinta días . ¿ Qué dices ?
Por mi aspecto saltaba a la vista que sí había rebasado , y cumplidamente , aquella edad . Y por no defraudarle , solicité medio log de la apestosa leche cuajada , de dudosa eficacia como sedante . Poco despues en la casa de Elias Marcos , tendría ocasión de probar sus cantasas excelencias .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Son excelentes contra las enfermedades del vientre ... También tengo << agua de Dekarim >>.
Al preguntarle sobre aquel remedio , el judío me indicó que se extraía de la raiz de ciertas palmeras . Pero , celoso de sus conocimientos , me rogó que comprendiera su parca explicación .
- ¿ Padeces de palpitaviones ? ¡ Tengo lo mejor !
Y echando mano de un picudo cántaro , me animó a que lo examinara . Un nauseabundo olor a leche cuajada me hizo torcer el gesto . El médico sonrió .
- Es una mezcla de cebada mojada y leche de camella cuajada ... puede probarlo.
Me negué en redondo .
Y el artesano , médico - curandero - inasequible al desaliento -, prosiguió la enumeración del género que tenía a la vista :
- ¿ Cataplasmas de salmuera de pescado para el reumatismo ? ¿ Ajo o raiz de parietaria para el dolor de muelas ? ¿ Sal o levadura para las encias ? ¿ O gustas de un pellizco de mandrágora ?
Me hizo un guiño , añadiendo que aquella solanácea - tan parecida a la belladona - podía << estimular mi fuerza sexual >>...
- ¿ Tienes padres ?
No me dejó contestarle .
- Este extracto de hígado es lo indicado para curar la catarata ... También dispongo de ventosas , colirios contra la dureza del sol ...
Agotado su repertorio , concluyó , mostrándome una afilada daga .
- Si no has cumplido aún los cuarenta , puedes practicarte una beneficiosa sangría cada treinta días . ¿ Qué dices ?
Por mi aspecto saltaba a la vista que sí había rebasado , y cumplidamente , aquella edad . Y por no defraudarle , solicité medio log de la apestosa leche cuajada , de dudosa eficacia como sedante . Poco despues en la casa de Elias Marcos , tendría ocasión de probar sus cantasas excelencias .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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