Algunos respondieron al saludo del Maestro , llamándole por su nombre : << Yehosu ´a >> o Yesúa ( << Yavé salva >>) ( El Hijo del Hombre nunca recibió el nombre de Jesús . Esta designación fue muy posterior ) . Estaba claro que lo conocían . Y recordé las informacionwes del viejo Zebedeo , el propietario de los astilleros en los que , al parecer , había trabajado el Galileo durante una temporada . Era verosímil que Jesús se hubiera alojado en Nahum durante ese tiempo . ¿ Era por eso por lo que le devolvían el saludo , añadiendo el << Yesua >> ?
Al dejar atrás el cinturón verde que rodeaba la población , el viento del Maditerráneo , colgado hasta esos instantes entre los frutales , se dejó caer sobre los callejones que formaban aquella parte del pueblo . Y azotó tenaz , rebozándonos en la mezcla de polvo y ceniza volcánica que << pavimentaba >> Nahum.
Jesús siguió caminando con absoluta seguridad . La zona , en el extremo oriental , era desconocida para mí . Supuse que el Galileo había elegido un atajo , evitando las calles más concurridas . Pero , al momento , comprendí que estaba especulando .
Y , como pude , entre torbellino y torbellino , intenté hacerme con un máximo de referencias , siempre útiles a la hora de desplazarnos .
Nahum , salvo las dos calles principales , diseñadas según el patrón helénico - romano ( cardo maximus y decumani ) , es decir , en forma de cruz , y un puñado de calzadas que interceptaban vertical y horizontalmente a estas vías básicas , en otro endiablado laberinto , relativamente parecido al de los barrios antiguos de la Ciudad Santa . Nos costó un tiempo , pero , finalmente , logramos orientarnos en aquel pandemóniun de callejuelas .
¿ Callejuelas ? La mayoría era un dédalo de callejones , estrechísimos , en los que apenas podían cruzarse dos personas . Las casas , todas en piedra negra , casi siempre de una sola planta - excepción hecha del << centro >> -, penetraban unas en las otras , haciendo invisible la separación entre propiedades . Nunca supimos dónde empezaba y dónde terminaba la vivienda de una familia .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al dejar atrás el cinturón verde que rodeaba la población , el viento del Maditerráneo , colgado hasta esos instantes entre los frutales , se dejó caer sobre los callejones que formaban aquella parte del pueblo . Y azotó tenaz , rebozándonos en la mezcla de polvo y ceniza volcánica que << pavimentaba >> Nahum.
Jesús siguió caminando con absoluta seguridad . La zona , en el extremo oriental , era desconocida para mí . Supuse que el Galileo había elegido un atajo , evitando las calles más concurridas . Pero , al momento , comprendí que estaba especulando .
Y , como pude , entre torbellino y torbellino , intenté hacerme con un máximo de referencias , siempre útiles a la hora de desplazarnos .
Nahum , salvo las dos calles principales , diseñadas según el patrón helénico - romano ( cardo maximus y decumani ) , es decir , en forma de cruz , y un puñado de calzadas que interceptaban vertical y horizontalmente a estas vías básicas , en otro endiablado laberinto , relativamente parecido al de los barrios antiguos de la Ciudad Santa . Nos costó un tiempo , pero , finalmente , logramos orientarnos en aquel pandemóniun de callejuelas .
¿ Callejuelas ? La mayoría era un dédalo de callejones , estrechísimos , en los que apenas podían cruzarse dos personas . Las casas , todas en piedra negra , casi siempre de una sola planta - excepción hecha del << centro >> -, penetraban unas en las otras , haciendo invisible la separación entre propiedades . Nunca supimos dónde empezaba y dónde terminaba la vivienda de una familia .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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