lunes, 18 de mayo de 2015

Caballo de Troyas - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 6 de abril , jueves ( 52 )

Pco después el grupo regresó al campamento .
David Zebedeo y Juan Marcos se aproximaron a Jesús y trataron inútilmente de convencerle para que se alejara de Jerusalén . A partir de aquellos instantes  - casi media noche  -, el habitual buen humor del rabí desapareció . Y con palabras entrecortadas por una profunda emoción , el Maestro rogó a sus discípulos que se retirasen a dormir . A regañadientes , los apóstoles fueron acomodándose  en la tienda y en sus lugares habituales de descanso . Pero antes , y mientras el Nazareno pedía a Juan , a Santiago y a Pedro que << permanecieron un poco más con él >> , Simón el Zelotes se dirigió con gran sigilo hacia uno de los laterales de la tienda de los hombres , abriendo un gran fardo . ¡ Eran espadas !
Los ochom apóstoles restantes acudieron a la llamada del Zelotes y se enfundaron las armas . Todos menos uno : Bartolomé . Éste , rechazando el equipo de combate , exclamó :
- Hermanos míos , el Maestro nos ha dico muchas veces que su reino no es de este mundo y que sus discípulos no deben combatir con la espada para establecerlo . A mi juicio , creo y pienso que el Maestro no precisa que empleemos las armas para defenderlo . Todos hemos sido testigos de su poder y sabemos  que puede defenderse de sus enemigos si lo desea . Si no quiere resistir  es porque esta línea de conducta representa su intento por cumplir la voluntad de su Padre . Por mi parte rezaré , pero no sacaré mi espada .
Al escuchar a Bartolomé , Andrés devolvió su espada . Si no me equivocaba  , en total eran ocho o nueve  los apóstoles que ceñían un arma en aquellos momentos . Todos menos Bartolomé  , Andrés y Juan ( aunque de este último no estaba muy seguro ).
Por fin , francamente agotados , los apóstoles y discípulos se retiraron , estableciendo un riguroso turno de vigilancia , consistente en dos hombres armados a las puertas del campamento . Por lo que pude deducir  , el grupo estaba persuadido de que la detención del Maestro por parte de los jefes de los sacerdotes no se llevaría a cabo hasta la mañana siguiente . Y se durmieron con la intención de levantarse muy de mañana , dispuestos a lo peor .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto