miércoles, 20 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril, viernes ( 9 )

Después de un minucioso recorrido sobre las áreas ensangrentadas , cambié la frecuencia  de los ultrasonidos ( haciendo retornar el clavo a su primera posición ) , centando el haz de luz en la parte superior del vientre del rabí . De esta forma , explorando el páncreas , quizá obtiviesemos una explicación satisfactoria sobre el origen de aquel sudor en forma de sangre . ( Cuando , a nuestro regreso de este primer << gran viaje >> , Caballo de Troya pudo analizar el cúmulo de imágenes obtenidas por estos procedimientos  , los especialistas en bioquímica y hematología  llegaron a varias e interesantes conclusiones . Aquel sudor sanguinolento  o << hematohidrosis >> había sido provocado por un agudo estrés . El Nazareno - tal y como yo había podido apreciar - se vio sometido a un profundo decaimiento , motivado , a su vez , por una explosiva mezcla de angustia , soledad , tristeza y , quizá , temor ante las durísimas pruebas que le aguardaban . Esta violenta tensión emocional , según los especialistas , había conducido a la liberación de determinados << elementos >> existentes en el páncreas , que forzando la rotura de los capilares , encharcaron las glándulas sudoríparas . Una vez rotos los poros subcutáneos  , la sangre fluyó al exterior , mexclada con el sudor .
El fenómeno - tan aparatoso como raro - es , sin embargo , perfectamente posible desde el punto de vista médico . El evangelista Lucas , en este caso , sí había acertado . ( Pierre Bonoit cuenta en una de sus obras cómo en 1914 , un soldado que estaba a punto de ser conducido ante un pelotón alemán de fusilamiento sudo sangre , como consecuencia del pavor insuperable que le produjo aquella angustiosa situación . )
Y aunque esta expulsión sanguinolenta o extravasación - que no hemorragia - en el Hijo del Hombre no representó una  pérdida importante  de sangre , los informes de Caballo de Troya sí estimaron en cambio que dejó la piel de Jesús  en un alarmante estado de fragilidad . Esta circunatancia resultaría determinante de cara a la << carnicería  >> , más que suplicio , a que sería sometido pocas horas después . Me refiero , naturalmente , al castigo de los azotes . Aquella ruptura generalizada de la red de capilares o finísimos  vasos por los que circula la sangre bajo la piel convertiría  la flagelación en un trágico baño de sangre...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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