sábado, 16 de mayo de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 6 de abril, jueves ( 45 )

>> Cuando el rabí apareció bajo el marco de la puerta , los doce nos hallábamos aún en plena acometida diléctica , recriminándonos mutuamente lo sucedido . Al verle se hizo un brusco silencio .
>> Jesús permaneció unos instantes en el umbral . Su rostro se había ido volviendo paulatinamente serio . Evidentemente había captado la situación . Pero , sin hacer comentario alguno , se dirigió a su lugar , ante la desolada mirada de mi hermano Pedro.
>> Fueron unos minutos tensos . Sin embargo , Jesús fue recobrando su habitual y característica dulzura y todos nos sentimos un poco más distendidos . Al poco , la conversación volvió a surgir , aunque algunos de mis compañeros siguieron empeñados en echarse en cara el incidente de la elección de los divanes , así como la aparente falta de consideración de la familia Marcos al no haber previsto uno o varios sirvientes que lavaran sus pies.
>> Jesús desvió entonces su mirada hacia los lavabos , comprobando que , en efecto , no habían sido utilizadas . Pero tampoco dijo nada .
>> Tadeo ( el gemelo Santiago ) procedió a servir la primera copa de vino , mientras el rabí escuchaba y observaba en silencio .
>> Como sabes , una vez apurada esta primera copa , la tradición fija que los huéspedes  deben levantarse  y lavar sus manos . Nosotros sabíamos que el Maestro no era muy amante de estos formulismos y aguardamos con expectación.
>> Y ante la sorpresa general , el rabí se incorporó , caminando silenciosamente hacia las jarras de agua . Nos miramos extrañados cuando , sin más , se quitó la túnica , ciñéndose uno de los lienzos alrededor de la cintura . Después , cargando con una jofaina y el agua , dio la vuelta completa a la mesa , llegando hasta el puesto menos honorífico : el que ocupaba mi hermano . Y arrodillándose con gran humildad y mansedumbre , se dispuso a lavar los pies de Pedro . Al verle , los doce nos levantamos como un solo hombre . Y del estupor pasamos  a la verguenza  . Jesús había cargado con el trabajo de un criado cualquiera , recriminándonos así nuestra mutua falta de consideración y caridad.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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