viernes, 20 de noviembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 20 de abril , jueves ( 9 )

Supliqué a Juan que me ayudara  a incorporarle  y , echando mano de la ampolleta  de arcilla , vertí unas cuantas gotas del preparado en cada uno de sus oídos . A continuación , depositando el pequeño recipiente en las manos del discípulo , le informé sobre su contenido , modo y frecuencia  con que debía administralo hasta nueva orden . Si todo discurría  con normalidad , quizá el sábado o el primer día de la semana ( el domingo ) pudiera proceder a la disolución definitiva del cerumen . Tras un menguado parlamento con las mujeres , Juan y quien esto escribe regresamos al patio . Juan Marcos ayudaba a los gemelos de Alfeo en el asado de unas hermosas tilapias . El resto , con un excelente buen humor  , daba cuenta del tardío desayuno , mojando unas crujientes tortas de harina en un plato hondo de barro lleno de aceite  . Había llegado el momento de poner en practica la idea de Eliseo . El benjamin , más sereno , dejó que me acercara . En señal de amistad le mostré el amuleto que me regalara en Jerusalén y que todavía colgaba de mi cuello y , en tono conciliador , le pedí que me escuchara . Los íntimos que a pesar de su charla  no me quitaban ojo de encima  , bajaron el tono de voz  , más pendientes de mis palabras que de las suyas . Midiendo mis explicaciones  , y de forma que todos pudieran oírlo , le recordé que , ademas de hombre de negocios y sanador  , Dios me había concedido el privilegio de estudiar y practicar la muy noble profesión de << augur >> y << mago >> . Al igual los demás , el muchacho siguió mis aclaraciones con la duda reflejada en sus ojos .
-... Y para que veas que no miento , ahora mismo , si lo deseas - añadí sin perder la sonrisa -, estoy dispuesto a mostrarte algunos de mis << poderes >>...
Juan Marcos , indeciso , desvió su limpia y profunda mirada hacia los discípulos  . Felipe , el más permeable  a las bromas y la diversión , se erigió en espontáneo portavoz del resto , aceptando sin disimular su curiosidad .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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